Capítulo 1

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El sonido de la alarma me despertó de mi sueño, del sueño que se había repetido múltiples veces a lo largo de la semana. Niall estaba en él, protegiéndome, tomándome de la mano. Me decía que me amaba, como lo había hecho hace unos 3 años y medio. Casi cuatro años.

Escuché el llamado de Jake en su habitación. Me levanté de la cama y apagué el tintineo de la alarma que se repetía múltiples veces. Me acomodé el cabello en una coleta rápida y corrí por el pasillo hasta llegar a la habitación del pequeño Jake.

– Hola, angelito. – le dije mientras veía como se extendía por la cama y estiraba sus brazos a mi posición.

– ¡Mami! – gritó con entusiasmo. Me senté en la orilla de su cama y él se sentó a un lado de mí.

– ¿Cómo estás, mi vida? – le pregunté poniéndolo encima de mis piernas.

– Bien. – dijo con su tono inocente. – Quiero ir a la escuela. – chilló.

– Hemos dicho que en Octubre, ¿recuerdas? – acaricié su cabello despeinado y tracé una línea suave en su rostro. – Además, la tía Halley y Jess te llevarán a ti y a Tom al parque acuático todo el día, ¿recuerdas?

Jake asintió animosamente y me abrazó por el pecho. Lo acurruqué en mi regazo y canté la canción que le había cantado desde el día de su nacimiento, aquella canción que memoricé el día que Niallme mostró sus habilidades musicales. Me había aprendido la letra para mi bebé. Aún no le daba un nombre a la canción, pero pronto lo haría.

– Me gusta la canción. – comentó Jake.

– ¿Sí?

Jake movió su cabecita de arriba abajo y se aferró a mi cuello.

– ¿Papi te la enseñó? – me preguntó.

Su pregunta me tomó totalmente desprevenida. Jake había preguntado varias veces por su padre, pero ni una de manera tan directa.

– ¿Papi? Sí, papi me la cantaba todas las noches, así como yo lo hago contigo.

– ¿Cuándo regresará de trabajar, mami?

Separé a Jake de mi regazo y lo puse en una posición donde pudiera ver sus hermosos ojos azules, idénticos a los de su padre. Su cabello era rubio, sus labios eran gruesos y llenos como los de su padre y el color de su piel era como el mío. Tenía todo de su padre.

– ¿Por qué lo preguntas, Jacob? – dudé impaciente.

– Tom dijo que cuando su papá no está fue a trabajar. Mi papá está trabajando, por eso no le he visto.

Intenté ocultar el dolor que eso me provocaba, sus palabras eran dolorosas y crueles al igual que sus pucheros y la inteligencia que había adoptado.

– Pronto regresará, mi amor. – lo abracé delicadamente hasta que el timbre resonó por toda la casa. – Ahora, ayúdame a escoger tu ropa para irte al parque. Anda. – lo bajé de la cama con sumo cuidado y le di una nalgadita amorosa para que se apurara a escoger su ropa.

Bajé las escaleras rápidamente y abrí la puerta de la entrada para dejar pasar a Halley, Frank, Jessica y Thomas.

Frank llevaba a Tom en brazos y a Jessica tomada de la mano con la suya. Eran una familia encantadora. Jess me había ayudado muchísimo con Jake, cuando yo estudiaba ella lo cuidaba y es por eso que conseguí mi título y pude conseguir un trabajo.

– Hola, ______. – me saludó Frank para después plantar un beso delicado en mi mejilla.

– Hola, Frank.

Sex Instructor IIWhere stories live. Discover now