Capitulo 1

5 1 0
                                    



1...2...3 Otro golpe 4...5... Caigo de rodillas al piso, ya no puedo más, me levanto como puedo intento buscar su mirada, impacto mi puño contra su abdomen plano, veo como se retuerce aprovecho para tirar varios golpes, golpes que no tienen dirección ni sentido.

1 hora después.

Muy bien echo Cailin - dijo Fran dándome golpecitos en la espalda, solo asentí con una mueca.

Niña deberías sonreír más acabas de ganar la pelea, a pesar de los golpes que recibiste ahí- dijo otra vez después de ver mi gesto con desaprobación.

Claro como tú no fuiste el que las recibió - dije por fin después de mirarlo un buen rato.

Conocí a Fran una noche de lluvia recuerdo que estaba muy enojada, y decidí pasar por ese lugar que nunca avía estado, me senté en la primera banca que vi y sumida en mis pensamientos Fran dijo...

Usted jovencita no cree que es tarde para estar por aquí a estas horas– dijo el pobre hombre que estaba parado a un lado mío.

Claro ese no es asunto suyo- lo mire de reojo y tan solo sonreía.

Que tanto se ríe, no es que quiera ser grosera pero preferiría que se largue- dije mirando al señor que en cuanto lo mire supe que se me hacía conocido de un lado lo avía visto.

Cailin no, la novia de Sebas sabía que te conocía de algún lado- dijo escuchar ese nombre izo que lo volteara a ver en seguida, el maldito viejo solo rio.

Hola soy Fran amigo de sebas no se si me recuerdes pero yo si como olvidar tu cara cailin- dijo sonriendo de oreja a oreja.

Mucho gusto, no lo recuerdo bien pero tengo una leve sospecha de que también nos conocemos- dije levantándome del banco.

Gustarías ir conmigo al GYM voy de pasada y me gustaría platicar contigo- dijo, solo asentí y empezamos a caminar callados mirando nuestro caminar.

cailin que tanto piensas vámonos- dijo Fran, sacándome de mis pensamientos.

Voy señor no tenemos prisa- dije subiéndome al carro con cuidado de no lastimarme más.

Desde ese día que me encontré con Fran y saber que conocía a Sebastián, fue tan solo cuestión de escucharlo, me pido que empezará a ir a entrenar a su local, acepte sin pensarlo después de dos semanas me dijo que peleaba muy bien y me ofreció pelear en peleas clandestinas que bien que se ganara buen dinero hai montones de dinero con tan solo golpear a alguien. Y desde ahí hace dos meses atrás estoy peleando para el mejor entrenador de peleas clandestinas.

Cailin a dónde quieres ir te llevo a tu casa- dijo Fran sacándome de mis pensamientos nuevamente.

Por favor estoy cansada ya mañana paso a buscar mi parte- dije volteándolo a ver.

Cailin que tanto piensas, desde que saliste de ahí tienes la mirada pérdida- dijo apartando la mirada del camino y mirándome para luego regresar a la carretera.

En mi madre a ver si al rato paso a verla y a mi hermana también esperemos que estén- mentí, no iba a decirle que estaba pensando en él se asustaría el viejo enojón.

Bueno está bien ya fuiste a verlo- dijo, haciendo que frunciera el ceño, tan rápido cambiándome de tema.

No pienso verlo hasta que se disculpe, y por favor que no se toque más el tema no quiero enojarme Fran- dije recordando que hace unos días me avía peleado con Marcus.

Está bien cailin no lo diré mas pero insisto que ese chico debería estar contigo- termino de decir y luego serró la boca.

Llegamos a mi casa, le dije a Fran que si podía mejor llevarme con mi madre ya que dormiría ahí esa noche y ya no soportaba más ese incomodo silencio, desde que conocía Fran se ha convertido como un padre, un amigo que sabe cuándo regañarme y a pesar de que una que otra lo mando a la chingada me entiende


Bueno Fran nos vemos luego vale- dije saliendo de la camioneta de Fran.

Vale cailin piénsalo salúdame a tu mama- dijo pisando el acelerador provocando que saliera a la calle principal, maldito viejo y su carro.

Tome las llaves de mi mochila donde llevaba todas mis pertenencias, cuando siento el dolor en mis costillas, rayos mi madre me va a matar si me ve así por que no lo pensé dos veces antes de decirle a Fran que me trajeara aquí, que idiota soy el sermón que me dará y lo asustada que estará mi madre. A pesar de que no tengo una buena comunicación con ella desde niña, aún sigue preocupándose por mí. Pongo la llave en la cerradura le doy la vuelta y abro la puerta lo primero que pasa en mi campo de visión es una cosa peluda moviendo la cola con tanta felicidad y se abalanza hacia mí, me agacho para pasar mi mano por su suave pelaje pero inmediatamente me invade el dolor, mala idea muy mala idea cailin.

¿Cailin eres tú?- dice mi madre del otro lado de la habitación.

Si madre vine a visitarlas- dije haciéndole la seña a Max para que se moviera, mas es encantador un pastor alemán grande y gordo a mi parecer, me lo regalo mi padre cuando tenía 17.

Ven hija ayúdame con unas cosas- dijo y avance dejando tirada la mochila en el sofá.

Cailin dios mío que te paso, hija estas bien- en cuanto entre por la puerta de la cocina, una cocina bien acomodada grande a mi parecer, su mirada se fijó en mi cabello amarrado en una coleta alta desordenada, mi cabello es lacio lo más lacio que se pueda decir, nunca se queda quieto por más que intente amarrarlo nunca pasa es castaño, su mirada recorrió mi rostro que si pudiera verme en un espejo sabría que en unos días estaría mi ojo izquierdo morado y mi nariz de igual manera y no se diga más de mis labios que aun sentía las punzadas en mi labio inferior, paso de mi rostro a mi cuerpo y termino en una mueca de fastidio.

Cailin con quien te peleaste hoy en la escuela, niña estas en la universidad ya estas suficientemente grande para andar buscando problemas- dijo dejando una caja que seguramente tenia galletas.

A mi madre le encantaba cocinar hacia diversos platillos para mi padre pero desde que papa se marchó no ha vuelto a cocinar tan bien, no entiendo por qué no se ha juntado de nuevo si es tan bonita a mi parecer, cuerpo delgado, ojos grande de color avellana su sonrisa es más que perfecta, esos rasgos que la hacen ver joven a un a pesar de los años que ya tiene, es más que bonita mi madre.

Vale madre no es la gran cosa, solo fue una pequeña pelea de universitarias- mi madre no sabe que peleo en peleas clandestinas, si se llegara a enterar capas y me manda a un internado.

Como que no es nada, aun no sigo entendiendo como es que no me mandan a llamar jovencita, ya tienes suficiente edad como para portarte mal, ya tienes 18 en unos cuantos meses cumplirás los 19 años y tu comportándote como una cría de 15- dijo, tome haciendo aun lado de ella y mientas ella hablaba sacaba de la lasena un botiquín de primeros auxilios.

Vale madre, usted ha dicho tengo suficiente edad para hacer lo que quiera- dije, haciendo que apretara la mandíbula.

No parece cailin no parece- dice, frotando el algodón contra mi ceja , como arde esa cosa, pero sé que si me muevo se enojara mas.









One more timeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora