Capítulo 1

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Un año más, un mes más, una semana más, un días más, cuánto falta para encontrarte, para estar juntos, o ¿Es que acaso estaré sola toda la vida?
Me levanto de la cama con esos pensamientos, me arrastro hasta el cuarto de baño a paso lento tal cual como un zombie haría, el espejo me devuelve un reflejo no muy bueno, las ojeras cubren la mitad de mi rostro, mis rizos oscuros están por todas partes, le hago una mueca a mi reflejo y entro a la ducha.

Y se que todos están pensando, "De que va esta chica, está loca", bien, mi nombre es Camila Andrews, soy mujer lobo, a así es amigos, los hombres lobo existen, llevo 17 años de mi vida esperando que llegue mi mate, y para los que no saben un mate es la pareja de vida de todos los hombres lobo, los distinguimos gracias a su aroma peculiar, que puede variar según tus gustos, lamentablemente para mi, estoy a punto de cumplir los 18 años, y esas son malas noticias si es que aún no haz encontrado a tu mate.
En mi manada, si no encuentras a tu mate a esa edad, te vuelves débil, tan débil que en cuestión de tal vez semanas simplemente tus ganas de vivir se esfumen y estés muerto en vida o en casos extraños solo mueras.

Puede sonar extremo, pero ha sido así por Miles y Miles de generaciónes, mi mejor amigo Mike, murió hace un año, por no encontrar a su compañera, hasta el día de hoy lo sigo extrañando, el era de las pocas personas que amaba, puedes intentar vivir sin un mate, pero vivirias en la desdicha, por eso todos o la gran mayoría opta por morir. Y si lo sé, suena grotesco.

Cuando me cambié, baje a comer, bah, no soy muy buena cocinera y ya iba tarde a la universidad, vi la caja de pizza de la noche anterior y puedo jurar que me guiño, no miento, maldita comida grasosa, ¿Por que eres tan deliciosa?

Salí de la casa 5 minutos después con la boca llena de pizza y la mochila colgada al hombro, hoy llevaba una sudadera negra con capucha, unos jeans azules, y mis fieles tenis, mi cabello aún seguía húmedo por lo que decidi dejarlo secar al natural, aún que eso significaría tener el cabello como si dos mapaches hubieran jugado: El que enrede y haga más nudos, gana.

Subí a mi auto, era un Jeep, oh cuanto amaba estos autos era tal como el que usaba Patch bebé Cipriano, fui hacia la universidad que quedaba a 15 minutos en auto mientras escuchaba música.

Cuando llegue, todos estaban aún afuera algunos charlando otros haciendo tarea rápidamente, una buena señal, mire la hora en mi teléfono y aún faltaban 5 minutos, 'Vaya' nuevo récord para mi.

Atravece todo el pasillo, hasta llegar a mi casillero antes de entrar a la clase, cuando estuve lo suficientemente cerca ví a Anna mi rubia amiga, con unos lindos ojos celestes, cuando me vio me saludo con la mano, abrí mi casillero y comencé a buscar mi libro de historia, ya que nos tocaba con el señor Wilson.

-¿Cami?- escuché que dijo Anna.

-¿Que ocurre?- cerré el casillero y la miré, sus ojos estaban iluminados, y su sonrisa era enorme, creo que sabía que era lo que venía

-¡LO ENCONTRE!- grito mientras se abalanzaba a darme un enorme abrazo, la gente del pasillome sentía tan feliz por ella, eso era fantástico di saltitos con ella, por Dios, era una muy buena noticia

-No puedo creerlo, Anna, ¡Dímelo todo ahora!, Me siento tan feliz por tí.

Ella me dió una sonrisa apenada, ella sabía que yo era la última persona de nuestra manada que aún no encontraba a su compañero, le di una sonrisa para que no se preocupara por mi

-Bien, yo solo estaba en la biblioteca, y un grupo de chicos entraron, eran dos chicas y dos chicos, yo solo lo ignore y seguí con lo mío, seguir leyendo al hermoso Damon Black- me dijo suspirando, yo me reí un poco y ella prosiguió

- En fin, ellos se detuvieron a hablar a unos cuantos metros de mi, y fue cuando olfatie ese olor tan peculiar, no sabría como explicarlo, eran todos los olores que amo mezclado en uno solo- ella miro un poco confusa
-Cuando mire hacia arriba, supe de quien venía- ella se quedó callada haciendo suspenso, yo le fruncí el ceño, por Dios quería saberlo, por que tanto misterio

Te EncontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora