Juramento [Vikturio] [Drabble]

Capítulo único

Dedicado a Siany <3

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-He dicho que te amo, Yuri.

El nombrado escuchaba, pero no podía responder. Había quedado en shock tras la fuerte confesión del mayor. Fue segundos después, cuando salió de aquel trance, que con ojos vidriosos pudo plantarse frente a él.

-No te creo.

El contrario parpadeó sorprendido, Yuri se armó de valor para seguir. En su interior pensaba que si Viktor fue capaz de romper su promesa y mostrarse sin remordimiento ante ello, sería fácilmente capaz de decirle a la cara palabras de amor sin sentirlo verdaderamente.

-Yuri...

-No -le interrumpió-. Ya no puedo confiar en ti.

Sentía que con lo que estaba diciendo iba rompiendo el corazón de ambos, pero no quería permitir que le endulzaran los oídos de nuevo, no se iba a ilusionar por lo que dijera alguien que ya le había traicionado una vez. Suspiró y volvió a hablar, intentando mantener la firmeza en su voz:

-Además -dijo, y dudó un momento- ¿Qué pasa con...? ¿Qué pasa con el cerdo?

Yuri ya no pudo sostener la mirada sobre la del otro, bajó la vista, se arrepentía de hacer esa pregunta, pues no estaba seguro de querer escuchar la respuesta. Sin embargo Viktor, aunque sentía que el pecho le apretaba después de oír aquello y ver la expresión del más pequeño, suavemente tomó su rostro para que volviera a mirarlo, y le dedicó una dulce sonrisa.

-Yuuri Katsuki -empezó-. Él te quiere mucho, más de lo que crees -hizo una pausa, el menor silenciosamente reclamaba una respuesta clara-. No debes preocuparte por él, sabe lo que yo siento por ti.

Abrió los ojos con sorpresa, pues eso jamás se hubiese esperado escuchar.

-Entonces... -esta vez Viktor le interrumpió, poniendo un dedo sobre sus labios para que callara.

-Si te he querido poner celoso con él, tengo que admitirlo. Lo siento -confesó divertido, y antes siquiera de que Yurio alcanzara a quejarse se aproximó a él y plantó un fugaz beso sobre sus labios.

Se miraron a los ojos, parecía que el tiempo se había detenido para dar lugar a aquella intimidad entre los dos, y entonces el rubio al fin dejó fluir sus emociones, rodeó el cuello de Viktor con sus brazos y lo besó, transmitiéndole todo lo que había estado reprimiendo (la agresividad torpe con la que lo hizo lo demostraba). Fue correspondido, obviamente, pero de manera un poco más reservada.

Al separar sus labios Viktor le acarició las mejillas. El contrario, avergonzado, desvió la vista de él y se atrevió a preguntar:

-¿Aún debemos esperar para estar juntos?

La primer respuesta que obtuvo fue una caricia en su cabello, la segunda...:

-Si es por ti, Yuri, esperaría cien años -la mirada y el sonrojo del nombrado le hicieron sonreír-. Y eso no es una promesa; es un juramento. Estaremos juntos pronto.

Lo sellaron con otro beso, que se convertiría luego en uno de los más significativos de su relación. Una relación que empezó siendo un pasajero secreto, y creció de manera envidiable, siendo su amor una fuente de fortaleza para ambos.