Me despierto por una alarma que no deja de sonar. Rose, mi nana, me la había dado para levantarme temprano para ir a la Universidad, ya que con sus gritos no me levanto.
Sigo estando en mi cama, con los ojos cerrados sin pararme aún, la verdad no quiero pararme, me da igual llegar tarde, pero ya llamaron a mi padre por mis tardanzas y mi madre me dio una charla de "reflexión".
Tomo mi celular y miro la hora, 7:40.
-Mierda, llego tarde al infierno. Tengo exactamente 50 minutos para llegar. -Murmuro.
Me tomó 30 minutos cambiarme, bañarme y tomar desayuno. La verdad aún me quedaban 20 minutos y estaba charlando con Rose.
-¿Cómo estás, Rose?
-La verdad, cada día mas vieja, pero me siento bien estando contigo, eres como mi hijo, mi niño.- Me dijo sonriente.
-Jajaja, Rose, gracias por todo, pero ya me tengo que ir. Mándale saludos a mis padres, cuando regresen, claro.
-Bueno mi niño, yo le aviso, llega temprano a la universidad por favor.
-Adiós, Rose.
Cogí mi auto (Un Lamborighini Veneno, por cierto) que me lo regalaron como una recompensa de mis padres por no venir de su viaje de trabajo hace 2 meses (por no estar conmigo nunca, típico, estoy acostumbrado). En parte es bueno para mi, puedo hacer lo que se me da la gana, en mi casa y en la Universidad, no me controlan.
Llego a la Universidad y al bajar diviso a Luca sentado fumando.
-¡Hey, Luca! ¡¿Que ya no me esperas para contarnos la aventura del fin de semana?- Sí, Luca, Dan y yo buscábamos peligro los fines de semana, o a veces acostarnos con alguna que otra chica, o debo decir yo, perra.
-¡No jodas Chaz, nunca llegas temprano, no te esperaré!- Me dijo, riendo.
-¿Y Dan? ¿Ya pintó el carro de rosa para su hermana o qué? ¿Qué tanto demora?
-¿Tanto te hace falta que ya quieres verla?
-Imbécil, sólo necesito a alguien a quién descargarle mi cólera.
Dan tenía una hermana, Lauren, la conozco desde niños, como a Dan, pero ella es la persona más que odio del mundo. El día que la conocí, en el cumpleaños 4 de Dan, me tiró un helado en la cabeza, de fresa y se puso a llorar diciendo que yo le había hecho caer el helado. La verdad ese día me juré molestarla por siempre, por venganza del helado. Lo sé, súper infantil, pero la verdad es que los dos nos molestamos. Bien por mi.
Entramos por el sonido de la campana, ni Dan ni su hermana aparecían, lo cual era raro, ellos nunca llegaban tarde. Luca y yo entramos a la clase. Debo decir que los cuatro compartíamos las mismas clases, como obra del destino. Y sí, tenía que aguantar a la pequeña demonia.
9:00 am y no prestaba atención a la clase, estaba en mi celular, la verdad no soportaba la universidad era el mismísimo puto infierno y no tenía a quién molestar...¿Por qué no habrá llegado? ¿Le habrá pasado algo malo? ¿Y si dejo de preguntarme estupideces? Si, debo callarme.
9:10 am, llega la Demonia, con polvo en la ropa, algo despeinada, y Dan molesto. ¿Qué habrá pasado?
Dan y su hermana se sientan atrás mío. Me rio y volteo a verlos.
¿Qué pasó, Dan? -Digo riendo bajo, con cuidado a que me descubra la profesora.
La Pendeja de Lauren vio un perrito bebé abandonado en la calle y se lo quiso llevar, su alma caritativa me tiene hasta el cielo, casi morimos por recoger el perro. Se nos escapó, caímos y lo recogimos, ahora está en el carro, ojalá no haga nada, por si no, ella me comprará un carro nuevo. -Dijo Dan con un poco de amargura.
Me volteé y vi a la Demonia. Había algo hoy que la hacía ver jodidamente linda, me hacía recordar tanto el día que la conocí, no sé, ella tiene algo, un brillo en sus ojos. Sus lindos ojos verde jade.
¡Hey, Demonia! -Dije, sin dejar de examinarla, una polo manga corta rosa bebé, un jean negro pitillo, ligeramente rasgado en las rodillas y unas zapatillas negras, su cabello suelto en sus rizos que tenían su rubio natural en las puntas(lo demás era color caramelo) y nada de maquillaje, la Demonia siempre natural. Creo que, últimamente desde que está con el idiota de Jhon, la primera persona con la que sale, he empezado a querer cuidarla, no se si será la palabra, pero me siento diferente, no sé cómo describirlo, la verdad no sé que me pasa, supongo que es mi instinto protector.
Chaz, no estoy de humor para tus bromas pesadas, ¿por qué no vas con tus zorritas y te las cojes?
Demonia, Demonia, ¿no deberías estar feliz por tu perro?
Chaz, ¿podrías un día dejar de joder? Digo, ya madura. -Me dice enfadada.
Tu te pierdes esto que todas desean. -Digo vacilando.
La verdad, si yo quisiera te tendría a mis pies...-Dijo antes de ser interrumpidos por la profesora.
*Si no se comportan se van de mi oficina*
Hermano-Dijo Dan- Deja de molestarla, por el bien de ustedes, luego si quieren tienen discusiones de celos o pareja, me da igual, pero acá no.
¿Pareja? ¿Celos? ¿Qué bicho le picó a este?
Yo nunca estaría con...esto...-Dijo Lauren con asco.
Admito que me dolió, pero yo no me dejo nunca.
No podrías estar conmigo, nunca te haría caso, no eres mi tipo, no tienes lo que busco, eres ordinaria, eres...-No me dejó terminar lo que quería decirle.
Me tiró una cachetada, Dan y Luca nos miraban divertidos, como siempre cuando peleábamos.
¡ESTÚPIDA, PÚDRETE!-Dije con furia.
¡ES TODO, MILLER Y FOSTER, FUERA!
ESTÁS LEYENDO
¿Cómo nos enamoramos?
RomanceDos niños ricos y mimados que juegan con los sentimientos de los demás. No les interesa las relaciones serias. Sólo fiestas de Universidad y amigos. Una apuesta. Lauren Foster, una apasionada en el romance. Chaz Miller, simplemente odia el amor. ¿Lo...