#1 Relájate

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–Aaahh... –suspira Samuel mientras deja sus cosas en la sala –Estoy muy cansado y todavía debo recoger mis papeles de la oficina... –Dijo en lo que se tiraba al sofá.

En ese momento bajó Alex.

–Hola, Sammy, ¿quieres subir a ver conmigo una película que renté? –decía todo emocionado –¿Qué pasa?... ¿estas bien?
–Sí, eh.. simplemente déjame descansar. Me despidieron del trabajo... y no me digas Sammy.
–¡¿Qué?! eso es injusto, espero que se den cuenta de que despidieron al mejor empleado de ese lugar –alzaba la voz en un tono moderado para demostrar su disgusto ante lo que pasaba. –Y vamos, "Sammy" te queda genial
–No me llames así, me duele la cabeza..
–Ya sé que te va hacer sentir mejor, te prepararé un té.

Alex solamente se dirigió a la cocina a prepararlo.

–Y dime... ¿que piensas hacer ahora que estas despedido? –preguntaba para desviar la atención de Samuel a otro lado y que no lo viera. Samuel contestaba sin saber que no le estaba escuchando. Alex sacó de la alacena un gotero del cual vertió unas cuantas gotas de ese líquido extraño en el té de su compañero y mezclaba con una leve sonrisa.

–Tómatelo completo, lo preparé con amor.
–¿Con amor?, me lo tomaré sólo porque te esforzaste.

Samuel tomaba todo el té sin saber lo que iba a pasar.

Unos minutos después, Alex preguntó:

–Oye, ¿no te sientes relajado?
–Bueno, ahora que lo mencionas, me siento más que nada, débil. D-De hecho.. no me puedo mover.
–Excelente.

Alex se dirigió hacia él y sin previo aviso, lo agarró de la cara para atraerlo y darle un apasionado beso en la boca.

–¡¿Qué estás haciendo, idi- –no completó su frase gracias a otro beso.

Sin pensarlo dos veces, Alex comenzó a desvestirse hasta solo quedar en boxers y tener la mirada asustada de su compañero en su cuerpo desnudo.

–¿Q-Qué le has puesto a m-mi té?
–Sólo unas gotas para relajar tu cuerpo, ahora relájate, porque cualquier movimiento te será inútil, mi amor –decía sin quitarle los ojos de encima.

Acto seguido, empezó a quitarle cada prenda de ropa, a lo que él solo respondía con insultos, hasta que llegó a la parte de abajo. Comenzó deshaciéndose del cinturón para luego desabrochar su pantalón, rozando accidentalmente su mano con el miembro ajeno, cuyo dueño sólo soltó un leve gemido. Terminó por retirarle el pantalón para continuar frotando su mano ahí.

–¿Te gusta? –preguntó con una voz seductora.
–B-Basta...

Alex dejó de frotarlo y lo ayudo a sentarse, pero ese sólo era el comienzo; poniéndose junto a él, lo llevó a su regazo. Una mano acariciaba lo largo de su espalda y la otra pasaba por el abdomen de aquel chico, provocándole una sensación diferente. Poco a poco iba metiendo su mano, acariciando la cintura mientras que con su boca le iba dejando un rastro de besos en la nuca acercándolo al sofá, quedando arriba de él sin dejar de tocar su espalda y meter su mano cada vez más.

–A-Alex... po-por f-f.. Ahh... ghha Ale-

Cada movimiento lo cansaba mas, tomando en cuenta que lo que bebió, lo había vuelto un poco más sensible, sin embargo, él seguía consciente.

–Entonces aquí es donde te gusta, ¿eh? –Se acercó lentamente a su oreja y con tono provocativo dijo –Me gusta oírte suplicar –Relamiéndose los labios, mordió con suavidad el lóbulo.

Al ver que le gustaba, continuó dando pequeñas mordidas y lamidas detrás de la oreja. Dentro del boxer subía y bajaba su mano aumentando la velocidad sutilmente, escuchando gemidos en respuesta.

–Estas sonrojado y eso hace que te veas muy lindo, "Sa-mmy".
–N-No me di-digas Sa- Aah.. AAah.. ahh ya bast-ta.
–Eso es... ¡Suplíca!
–AAH.. GAAH.. basta, no.. gyah por Fa.. POR FAVOR..

Alex no paraba de masturbarlo. Con su mano libre que tenía, metió dos de sus dedos en la boca de Samuel, invadiéndola sin que él dijera ni una palabra, pero conforme metía sus dedos también iba masturbándolo; dándole a entender que tenía que hacer con los dedos, obligando a éste a chuparlos y soltar uno que otro quejido de placer, llegando a hacerlo ya por su cuenta. Alex se comenzaba a dar cuenta de eso.
Le gustaba su cara de placer, pero quería apreciarla más, ver más gestos. Volteó delicadamente el cuerpo del chico el cual seguía gimiendo; por ahora era una buena posición para ambos, Alex se agachó hacia el abdomen de su amigo besándolo continuamente para que éste llevara con su poca fuerza las manos semi cerradas a su cara, a lo que él continuó bajando su cara para quedar frente a su ropa interior posicionando sus labios por encima de la tela, haciendo presión y luego succionar, colocando sus manos a cada lado de su cadera quitándole el bóxer y agarrando su miembro para jugar con el un poco e ir sobando la punta.

–ahh.. ahí... sí, ahhh Ale... –Gemía al mismo tiempo que se sonrojaba.

Lo metió directo a su boca y con su lengua fue dando un ligero masaje, succionando de cierto modo que se excitara más.

–Para, s-siento que voy a-a ¡gyaah!

Esos gemidos solo hacían que Alex no se pudiera contener, haciéndose quitar el bóxer para poder así alzar las piernas de su compañero hasta poner cada una en sus hombros; metiendo primero un dedo escuchándose gritos ahogados, sientiendo dolor que se iba convirtiendo en placer. Metiendo el segundo dedo Samuel sentía un dolor soportable mientras los metía y sacaba a la vez que los removía dentro; Alex viendo que ya era hora, puso su miembro desnudo en la entrada para penetrarlo con cuidado, únicamente la punta, removiendola y sacándola a su antojo, en un momento, de tan solo un empujón de cadera, metió la mitad, y, sin poder evitarlo, los ojos de Samuel se volvieron lagrimas. Alex continuaba metiéndola a la vez que daba sus arrancones ya un poco más suaves, sobaba el miembro del chico poniendo su dedo en la punta para causarle aún más placer, de ahí, sus manos recorrieron aquel cuerpo hasta llegar al pecho y comenzar a jugar con sus pezones para complacerlo, subir a sus hombros aferrándose para embestirlo más fuerte de adentro hacia fuera repetidas veces hasta que no pudo más y eyaculó dento. Retiró su pene con cautela, viendo que Samuel ya no podía ni gemir. Los dos estaban exhaustos, Alex por su parte, estaba complacido.

–Alex... ¿su..s-supliqué b-bien? –dijo un tanto avergonzado y en cierto modo triste de ya hubiera acabado.
–Hiciste un muy buen trabajo, Sammy.

Una Historia Para OrgasmearseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora