Luego de las clases mi vida era amm... difícilmente simple. Padres medio-divorciados, dos perros, un gato y un móvil. No siempre había comida. De hecho rara vez había incluso algo para hacer. Pero me resignaba diciendo que tenía mis "defensas" y podía resistir "un poco más" sin comer, así que por lo general me dirigía a mi habitación (La cuál ya ni siquiera era mía pues la comparto hasta la fecha con mamá gracias a su separación con mi padre. Me culpo bastante por eso y me pregunto cómo hubieran sido las cosas si no le hubiera contado a ella lo que él hacía, si no le hubiera abierto los ojos..)
Uno de esos días, decidí salir de la rutina, de la estúpida rutina que me tenía encerrada de manera patética en aquella casa. Y al salir de cases le pregunté a Vidal si podía acompañarle a su casa (Cosa que dudó un poco y terminó aceptando luego de un por favor acompañado de ojos de perrito). Pues bien, fuimos y lo dejé frente a una tiendita de tamaño mediano.
¿Vives cerca de aquí? - le pregunté.
No. - dijo él - Vivo aquí.
Quedé bastante sorprendida, realmente que no lo esperaba. Creía ya haberlo conocido un poco en ese entonces pero no estaba ni cerca de eso. Oh, decepción.
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*****Sí, ya sé. Dos capítulos juntos. Genial, ¿no? Hice este porque tenía ganas de contar un poco más después de lo más corto de la existencia que fue el capítulo pasado. Bueno, espero les haya gustado leer más esta noche. Thank you very much.*****
***Pd: Este capítulo tendrá segunda parte. Tómenlo como un extra***
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¿Quién fue? ¿Acaso yo?
Teen FictionAdara es una chica normal, común y corriente, viviendo varios dilemas. El complejo existencial del"¿Quién soy?" ronda por su cabeza a diario. "¿Qué debo hacer de mi vida?" Se pregunta. Y no se da cuenta de que hay cosas que deben guardarse para el m...
