Capítulo 30: 'Ouija'.

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Lean la novela ''Más Que Mi Mejor Amigo... (Niall y Tú)'' de @MaiLoves1D, no se arrepentirán(:

Narrado por ___(tn)

El amor era la clave. El amor era la clave.

Teníamos que amarnos, protegernos, querernos. No teníamos que pelearnos ya que, de alguna manera, pelearnos nos separaba.

Pelearnos mataba a Niall.

¿Por qué no me lo había dicho? ¿Por qué lo había escondida para sí mismo? Pero lo más importante, ¿cómo era posible que desapareciera sólo por pelearnos?

Nada tenía sentido, pero así eran las cosas desde el momento que había visto a Niall en la calle y que me había intentado ayudar. El mundo ya no era el lugar que solía conocer, ahora lo veía de otros puntos de vistas inimaginables. Las cosas sobrenaturales existían, pero la lógica ya no existía.

Todo se había volteado, o tal vez siempre el mundo había estado al revés y éramos nosotros los humanos quienes pensaban todo al revés.

Ya había vuelto a ese misterioso cuarto blanco, y de repente empecé a escuchar como unas voces me llamaban. Las voces eran las de Harry y Louis. Quería responderles, pero no podía, era inútil. Parecía que eran sordos, no importaba cuanto les gritara, seguían llamándome.

Finalmente salí de aquel claustrofóbico lugar, pero la verdad era que sólo me había quedado dormida sobre mi desayuno.

Extraño.

Inmediatamente me levanté con vergüenza.

—Creo que lo mejor es que me bañe y luego duerma un poco más —opiné.

—Sí —dijeron ambos al mismo tiempo.

Agarré mi plato y lo llevé a la cocina. Una vez que lo dejé en el fregadero, agarré unas cuantas servilletas y me limpié la cara. Luego salí de la cocina. En la mesa, Harry  Louis se agarraban las manos, ambos riendo y con sus frentes pegadas. No pude evitar sonreír, pero esa sonrisa desapareció segundos después. Por más estúpido que sonara, estaba celosa de ellos. Ellos al menos seguían juntos, ellos al menos no vivían en un infierno como yo.

***

Una vez limpia y lista, iba a ir con Demi para contarle todo, pero tenía una mejor idea. Era absurda, pero nadie me iba a ayudar con esto.

Iba a buscar a Niall por mi cuenta.

Fui al cuarto de Niall y empecé a buscar por todos lados su diario. Abrí miles de sus cajones, lancé por los aires varios de sus cuadernos, y rompí sin querer una guitarra suya.

Se notaba que era una buena novia.

— ¿Dónde está? ¿Dónde demonios está? —gruñí en voz baja.

Moví el tapete de lado esperando ver una puerta secreta, pero en vez de eso, me encontré con un piso bien pulido de madera.

Demonios.

Volví a poner el tapete en su lugar y volví a checar en todos los cajones que ahora estaban abiertos, muchos vacíos ya que las cosas que solían estar adentro habían sido sacadas.

En un momento dado, me rendí. Me acosté en el piso con mis piernas dobladas y mis manos ambas tiradas delante de mí con las palmas abiertas. Con mi mano izquierda, empecé a acariciar el tapete para sentir su suavidad. La textura era suave y no picuda, y el color era un azul oscuro pero no sombrío, era hasta feliz. Me reconfortaba ver ese color, era como ver el océano, sólo que peludo.

Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora