Capítulo 1.

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Nadie sabe lo que la vida le depara, unos lo llaman destino, otros karma, pero verdaderamente nadie sabe cual será su futuro, y su último día. Solo Dios sabe el destino de cada persona, por alguna razón u otra el eligió ese camino para cada ser. No obstante, el ha asignado ese mismo futuro y esa vida a cada persona porque sabe que es lo suficientemente fuerte como para conllevarlo, pero solo si sigues sus pasos podrás llegar a la felicidad eterna, toda alma tiene su salvación, Dios nunca deja ningún ser a la deriba.

Dijo el Sr. Smith. El timbre sonó, di gracias a que esta clase ya había terminado, Religión no se podía decir que me interesase mucho, debería ser por mi falta de fe, o por mi poco interes sobre seres que no estaban demostrados por una persona cualificada en su campo.

Puede sonar raro pero nunca me han interesado los temas mitológicos, no creo en los Dioses, ni en seres paranormales y claro, mucho menos en la Religión, aunque no podía digustarme la idea de dar dos clases de ella a la semana, ya que en las optativas de mi instituto no había nada más interesante, si no quería escoger Francés o un taller de mualidades , y sinceramene mi torpeza en los idiomas y mi falta de coordinación en las manos, no me dejaba mejor opción que la Religión.

Vagabundeé de camino a casa, hoy no había sido mi día. Mis supuestas amigas me habían vuelto a dejar de lado por ir a besar el suelo que pisa el chico que les gusta, el popular, egocéntrico e hipócrita Harry Styles. No sé como a ellas ese chico le podía gustar, era eltípico chico popular, anti social y creido, aunque, sincéramente era muy guapo. Muchas veces me había quedado mirándole a los ojos como 'Iponotaizada', sus ojos eran verdes, un verde muy extraño, en su mirada había algo que no me gustaba, algo misterioso. Me había fijado en que sus ojos cambian de color muy ha menudo, unas veces pueden estar verdes, otras azules, otras color miel... Supongo que será por la luz o alucinaciones mías, no debería de estar pensando en el. No e que sea muy cordial, por así decirlo con migo. Recuerdo que un día recorrió toda la clase para llegar a su sitio para evitar pasar por mi lado, como si algo de mi le molestase, ¿mi olor?, al pensar eso no pude evitar oler mi colonia. Olía a una mezcla de frutas silvestres, no podía ser eso. ¿Le caeré mal y solo quiero evitarme a toda costa?, Sí. Seguro, debe ser eso, no creo que haya otra explicación. Por lo general no suelo caer muy bien a los chicos, bueno, a los chicos, chicas y gente en sí. Así, que debería ser eso, el solo era otro más en el club de los que me ignoran.

Ya estaba en la puerta de casa, saqué las llaves de mi mochila y abrí la puerta, como siemre no había nadie. Fuí hacia la cocina y había un papelito pegado en un pequeño armario;

'Te he dejado la comida preparada

en el microondas, solo tienes que 

calentarla, volveré algo tarde, hoy 

tengo un juicio. 

                     Mamá. '

Genial, suspiré. 

Siempre estaba sola en casa, mamá era bogada y siempre tenía algo que hacer, si no eran juicios ,eran trabajos atrasados o viajes de negocios. Siempre he creido que ella trabajaba tanto para distraerse de sus preocupaciones, desde que papá nos abandonó cuando yo  tenía seis años ella nunca ha vuelto a ser la misma mujer que era, muchas veces he hablado con ella sobre eso, debería rehacer su vida y quizás buscar una nueva pareja, pero ella siempre se niega en redondo sobre eso.

Calenté la comida que mamá me había dejado preparada y la comí mientras veía un programa de televisión. Descansé un rato, ya que estaba agotada de la mañana de instituto y me dirigí hacia mi habitación. Tenía que leer un libro para la clase de Religión. Odiaba esa clase y a ese profesor, cada Viernes en el qe creía no tener deberes para el finde semana, llegaba el y nos mandaba leer un libro o hacer cualquier tarea sin sentido. No me disgustaba la idea de tener que leer un libro, solamente me digustaba el tema que mi maestro había elegido que fuese este.

Me senté en mi escritorio, la parte de mi habitación que más me gustaba era esta. Este tenía justo enfrente una gran ventana que daba al jardín trasero de mi casa. Aunque no era eso lo que me llamaba la atención, si no, el bosque que había en los pies de este. Ese bosque siempre me había parecido bastante misterioso, y bonito. La verdad es que siempre entrar en el.

Nada más pensar en ello cerré mi libro con un fuerte porrazo, me puse el chaquetóbn y salí corriendo de mi casa, tenía que ver al fin, después de tantos años, como era aquel bosque por dentro. Siempre quise hacer esto, mi madre nunca me había dejado hacerlo, ya que decía quepodían haber animales salvajes o algo por el estilo, pero ahora nadie me podía impedir hacerlo.

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Bye bbys <3 

Dead Soul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora