Las tres entidades prohibidas

ciudad bajo tierra

Todo un mes me dedique a empacar y a despedirme de mi familia, era la primera ves que me iba, me preguntaba ¿porque acepte?, tengo todo acá, pero me di cuenta que no era feliz, necesitaba darle un giro a mi vida, y empezar de nuevo, la idea de hacer algo diferente me gusta y me emocionaba, seguro voy a leer muchos libros, pero... ¿sera lo correcto? no lo se, solo se que sigo mi instinto, aunque Max seguía siendo un extraño, no se si nos entenderemos, pero es un hombre agradable 

Al pasar un mes, ya tenia todo listo, decidí irme a la biblioteca a la tarde, era muy difícil llevar todas mis cosas, eran como tres valijas, pesaban mucho y me costaba caminar con mis zapatos con taco aguja, en eso cuando llegue estaba Valentina, se me acerca, me ayuda con los bolsos 

-Franchesca gracias por dejarme tu casa

-De nada, alguien tiene que cuidarla, justo que necesitabas mudarte

En eso entra el señor Max Joyce, nos mira, parece que hubiera venido corriendo

-Hola señoritas, miren se me complico, me surgió una reunión justo cuando venia para acá, sugiero que nos encontremos -saca una hoja y anota la dirección- en este lugar dentro de tres horas, bueno debo irme rápido

Se va corriendo, con Valentina nos miramos sin entender que pasaba, estuvimos esperando que pasara las tres horas, fuimos para encontrarnos con el, era una cafetería grande y hermosa, decidimos esperarlo afuera, después de un rato el sale, estaba acompañado por dos mujeres, una de ellas era delgada tenia un vestido de seda negro, tenia detalles hermosos, su pelo corto era rubio, sus ojos verdes eran muy oscuro nunca vi un color de ojos tan hermoso, en eso se pone un saco largo negro con capucha y unos guantes negros largos, sus botas eran hermosas, la otra mujer estaba vestida como hombre, tenia el pelo muy largo y oscuro, tenia camisa blanca, chaleco y corbata negra, sus pantalones y botas del mismo color, sus ojos terqueza me llamaba la atención, en eso me mira 

-Max, dile a tu bibliotecaria que mire disimuladamente -Max me mira- porque me molesta que me mire tanto

-Luisa no seas anti social, todavía no encontraste un cura ¿no? es por tu mal carácter

-¡JAJA! que gracioso Max, no seas tan duro con Luisa

-¡CÁLLATE ALEXIA! igual tengo que viajar dentro de unos meses a Francia para ver a un cura 

-Bueno suerte, espero que encuentres el indicado, bueno me tengo que ir, nos veremos en la próxima reunión

Las dos mujeres se van por distintas direcciones, la del vestido se junta con un hombre alto tenia un físico de deportista usaba unos pantalones deportivos color gris, una campera con capucha de color negro, zapatillas blancas, pero me llamaba la atención su pelo era una cresta roja de lejos parecía un "gladiador" pero era mi imaginación, Max se me acerca, me agarra uno de las valijas

-Bueno vamos, tengo un regalo para vos  

-Si... -miro a Valentina, la abrazo- cuídate mucho 

-Vos también,  nos mantendremos en contacto 

Me voy con Max, los dos estábamos callados en todo el camino, después de un rato llegamos a un hotel, era de cinco estrella, me sorprendió bastante, fuimos hasta la habitación, estaba lleno de libros por todos lados, me sorprendí al ver todo esos libros 

-Bueno ya saque los pasajes, son para hoy a la noche, voy a empacar rápido, nos iremos a México, ¿sabes hablar español?

-Si... un poco, pero ¿tenemos que buscar algo? 

-No, vamos al centro de alquimista, donde todos los alquimista del mundo viven ahí, nos reunimos y esperamos que nos manden a una nueva misión, no te preocupes mientras que estés cerca mio no te pasara nada, aparte es la tierra que vio nacer la alquimia