cap.2 ¿¡Enserio!?

25 3 1
                                    

Ayer conocí a un rubio... Bueno, él rubio Jared, asi es como me había acostumbrado a llamarlo en mi mente, a este mismo estaba por ir a ver a la heladería, que era el unico lugar en donde sabía como encontrarlo, aunque el me había dicho que me llamaría para que le diera su campera epeztosa, pero ya ni quería verla cerca mio.

_¿A dónde vas a estas horas?_ preguntó mi madre, y eso que ni siquiera era de noche, eran como las tres de la tarde.

_No te preocupes_ le dije restandole importancia al tema _no iré muy lejos._

_Es un poco sospechoso_ dijo mi madre mirandome con los ojos entrecerrados _Es que usualmente a estas horas estarías pegado a tu monitor, encerrado en tu habitación como rata de alcantarilla._

_¡Hey!_ dije en tono ofendido _yo también tengo vida social_ dije mintiendo, porque solo iría a devolverle la campera a un extraño que no volvería a ver en toda mi vida.

Mi madre se había quedado pensando, al parecer quería decirme algo pero no encontraba las palabras. Mientras ella pensaba, se hicieron como dos minutos de silencio.

_Podrá ser..._ rompió el silencio aún pensativa _¡¿una cita?!_ se le iluminaron los ojos mientras me hablaba, y amí, me dieron nauseas.

_¡No, mamá, ni en tus sueños!_ le dije mientras trataba de safarme de su agarre, parece que estaba por hacerme un profundo interrogatorio.

Logrando salir, en la puerta me encontré a mi padre, él trabaja durante la noche y duerme durante el día, así que casi nunca lo veo.

Parecía muy cansado así que solo me saludó con un movimiento de cabeza, al que yo le respondí de la misma manera y seguí mi camino hacia esa heladería, a la cual creo que nunca volvería a visitar.

******

Llegando a la puerta del lugar busqué con la mirada al rubio Jared, que de vuelta estaba apilando unas cajas que juntas pesaban mas que él, caminé hacia el rubio y le dije:

_Te ayudo, Jared_ y el aceptó mi ayuda amablemente, pero al parecer ni se acordaba de mi.

Cuando ya habíamos dejado las cajas en su lugar, Jared empezó a mirarme de pies a cabeza. ¡¿Qué le pasaba?!

_¿Quién eres?_ me dijo sin que se le borrara la sonrrisa de la cara.

_Dhaa~, soy Mirko, el del otro día_ le dije como si fuera algo imposible de olvidar.

Ignorándome completamente, su gesto risueño cambió a uno totalmente distinto... Uno de enojo.

_¡hey, tu fuiste el que robó mi campera!_ dijo apuntando al "trapo" que llevaba en mis manos.

_¡¿Qué, me estas jodiendo?!_ dije aún sin poder creermelo _¡tu mismo me diste la campera ayer!¿Acaso no te acuerdas del pobre infeliz al que tiraste?_

El rubio Jared se quedó perplejo, pareciera como si por fin estuviera recordando que me dió su estúpida campera.

_Haa, ya te recuerdo eres él chico de ayer_ Dijo no estando del todo seguro _te llamabas... ¡Pingo!_

¡Pero que mierda!

_¡Me llamo Mirko, pedazo de imbécil!_

_Claro, perdón, ahora estoy ocupado_ Dijo un poco apenado _dále la campera al hombre del mostrador_ Me pidió mientras lo señalaba.

Mientras dejaba la campera en frente del hombre, sobre el mostrador, pensé en voz alta:

_Como es que no se acordó de mi... No lo culpo por no acordarse de mi nombre pero, ¿enserio no se acordaba lo de la campera?_

Inesperadamente el hombre del mostrador comenzó a hablarme.

_Verdad ¿no? Es una pena, pero el pobre tiéne perdida de memória a corto plazo._ dijo con una expreción dolida.

Ahora me siento culpable. Le había dicho imbécil, no tenía ni puta idea de que tenía esa dificultad... Aunque probablemente él ya ni lo recordara.

_Dele mis disculpas_ le dije al viejo del mostrador y me fui del lugar dejando al pobre con las palabras en la boca.

******

En el instituto ya era la hora de almorzar y estaba en el comedor sentado junto a Sarina, ella era mi unica amiga, solo por la razón de que también era una otaku y asi teniamos tema de conversación.

_Mirko_ llamó mi atención.

_¿Qué pasa?_ le dije de mala gana.

_¿¡Eres gay!?_ e inmediatamente escupí el jugo que estaba tomando.

_¡Que no, mija! Me preguntas lo mismo tados los putos días_

_Es que te ves tan... ¡haaa!_ Me aturdió con el grito que pegó, ¿qué mierda significaba "haaa"?

Asi es, mi amiga era otaku pero... Una fujoshi salvaje a su par.

_¡Seré gay cuando las cabras vuelen!_

_Las cabras ya vuelan, querido_ me dijo como si fuera lo mas normal del mundo.

_Estas loca_ le dije seco a lo que me respondió:

_Loca no, loquísima_ dijo parandose bruzcamente y dejando sus utencilios desparramados por toda la mesa, mientas se iba gritando "cocó, cocó" y agitaba sus brazos como pajaro que acaba de salir de su jaula.

_¡Claro, lárgate, total el tonto que levanta tus cosas todos los días soy yo!_ y a punto de cruzar la puerta de salida se voltea, me saca la lengua y se va como diva después de haber hecho como pajaro en frente de todo el instituto.

******

_Chicos..._ dijo anunciando el profesor de teatro.

_... Me voy a ausentar hasta nuevo aviso..._ y todo el curso gritó de la alegría.

El profesos se aclaró la garganta para llamar nuestra atención y siguió:

_...Por eso voy a dejar un suplente_ comenzaron a abuchear al profesor.

_¡Cállense bastardos! Este profesor no es como cualquier otro, es de los mejores que he conocido. _Cielos... Ya me había entrado la curiosidad.

_El tipo comiénza la proxima semana, no sean malos con él, mientras que yo... Me voy a Bahamas ¡Que se la pasen lindo encerrados aquí! Adiós bastardos_ y se fué con una amplia sonrisa dejándonos a todos perplejos ¡¿Qué rayos fué eso?!

Estaba un tanto cansado así que decidí volverme a casa una hora antes del termino de clases, si hacía el truco del gato con botas seguro mi madre no se enojaba.

Guardé mis cosas y me fuí a casa, y talvez... Pensara una disculpa decente para él pobre rubio Jared.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 31, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Otaku Enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora