Día 3

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Todo es oscuro y no puedo respirar bien, no se lo que está pasando, alguien viene, puedo sentir sus pasos acercarse.

Lo puedo sentir cada vez más cerca de mi, pero no puedo ver nada, no logro distinguir su forma, no sé lo que quiere, pero lo escucho llamarme, el sonido es tan cercano como si me lo dijera de frente, pero sigo sin poder ver y cada vez estoy más asustada, siento que algo malo va a suceder, la puerta se abre y una silueta aparece en su lugar, lo escucho hablar pero no alcanzo a distinguir lo que dice, cerró la puerta y todo vuelve a ser silencioso, necesito gritar pero la voz no sale, cada vez es mas difícil respirar y siento que caigo....

Desperté de un salto, sigue oscuro, pero las luces de la ciudad alumbran un poco mi habitación, miro el reloj y apenas son las 3:30 de la mañana, ya no quiero volver a dormir.

-Las pesadillas regresaron eh?...-

Me levanté de la cama y fui directo a la cocina, necesitaba agua, necesitaba no sentirme sola de nuevo.

Me senté en la mesita, y el silencio se volvió a apoderar de mi mente.

Por qué las pesadillas habían regresado, había hecho todo lo necesario para poder alejarlas de mi, hasta irme lejos del lugar donde pasé la mayor parte de mi vida, pero ahí estaban, y como un trago amargo, se habían quedado esa noche.

Eran la siete de la mañana y no había dormido en lo absoluto, el timbre sonó.

-¿Quién es?-.

-Louis, necesitamos hablar sobre un asunto muy importante-.

*Abrí la puerta*

No traía su ropa formal de trabajo, hasta creo que estaba en pijamas, no puedo negar que se lo veía bien, y creo que se dió cuenta de que lo estaba mirando, porque su sonrisa lo delataba

-¿Puedo pasar?-

-Claro que si, adelante, no pensé que recibiría visitas, mira estas fachas en las que me encuentras-

Para colmo tenia mi cabello hecho bolita y muy despeinado, mi pijama, una camisa extra grande de The 1975, y pantuflas de unicornios *Brillaban cada vez que caminabas y estaban de oferta, no podía desaprovechar eso*, esperen un momento, sólo uso esa camisa (/-') rayos debo ponerme algo...

-Tranquila, te ves hermosa así, en lo más puro de ti, me halaga poder ser el primero en verte así-

Ok, eso hizo que me ruborice,-Ehmmm este, gracias, creo, ve...ven a la sala de seguro estar parado mucho tiempo no debe gustarte, regreso en un momento-

-Adelante, te espero-

Entré a mi habitación y me puse un short, me cepillé lo dientes y traté de arreglar un poco mi cabello, no entiendo por qué lo hacía, pero sentía la necesidad de verme bien aunque sea en pijama, me di un último vistazo en el espejo y salí

-Te puedo ofrecer un vaso de agua?, la verdad tu sabes, no he hecho aún nada de compras-

-A eso venía, quiero que me acompañes a desayunar y después te acompañaré a hacer las compras necesarias para que puedas alimentarte-

Un momento QUE!!!?, en serio estoy escuchando eso?, no puedo creerlo.

-Uhmm si por supuesto, me vendría bien un poco de ayuda, me podrías acompañar también a algún refuigio para animales?-

-Planeas adoptar un gatito o un perrito?-

-Pues amo a los gatos, pero lamentablemte no puedo tenerlos, quiero un perrito, no hay mejor compañia que la de un bello canino-

-Jejeje, mujer, eres tan graciosa y tierna, de acuerdo, iremos por tu perrito, sólo si me permites ponerle nombre-

Osea que parte de Mi perrito no entiende, por qué dejarlo ponerle nombre a algo que es MÍO, o lo será..

La barrera del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora