Dia 8

63 2 0
                                    

El sueño se disipó rápidamente, mi cara de sorprendida no tenía en lo absoluto un gesto de agrado hacia la persona que me estaba esperando, seguía sin creerlo, él no podía haberme encontrado, se suponía que no lo volvería a ver nunca más...
-¿Qué haces aquí?- No podía decir nada más, las palabras no salían de mi garganta.

Sólo podía pensar que Dani y su novia estaban, ya no había nadie, tal vez salieron, dejaron la puerta abierta y el logró entrar, necesito ayuda, no quiero que este sea mi fin, no de nuevo...

-Es esa la bienvenida que le das a todas tus visitas? Hola Ari, tanto tiempo sin vernos-

Sonreía como si se tratara de una broma, como si supiera que no me sentía a gusto en su compañía, como si recordara todo el daño que había provocado años atrás y le daba gusto recordármelo.

-No, claro que no- Tenía tantas ganas de golpearlo. -De hecho soy muy amable con personas que realmente son mis invitados y no entran a mi departamento sin que yo lo sepa, y por si te preguntas, no, no me es grato en lo absoluto verte Jhon-

Se acercaba a mi como aquella vez y el miedo empezaba a envolverme

-Tranquila hermosura, no te haré nada, aún, veo que has cambiado mucho en un año, estás más deliciosa, que te parece si continuamos donde lo dejamos hace un año, sé que lo deseas-

Necesitaba salir de ahí, correr, escapar, gritar, sin embargo el miedo ya se había apoderado de mi, y mi única salvación era que Louis aparezca.

-Aléjate!!, no entiendo qué haces aquí, pero lo que si te pido es que me dejes tranquila y te vayas de una vez por todas-

Abrí la puerta para que salga, pero él no movía ni un sólo músculo y sus intenciones eran otras, no tenía más remedio que llamar a Lou, salí, y toqué la puerta, sentía como tiraban de mi brazo para que regrese al departamento, las lágrimas fueron incontenibles, y sólo pude gritar su nombre, la puerta se cerró y estaba aferrada a la posibilidad de poder escapar nuevamente, mi tiempo se estaba agotando, Jhon siempre fue más fuerte que yo y no le importaba hacerme daño con tal de conseguir lo que quería.

-Detente, por favor, qué es lo que quieres de mí, déjame tranquila es lo único que te pido-

-Nunca, tú sabes muy bien que me perteneces, eres mía y no dejaré que nadie intente algo contigo, regresé para quedarme como siempre debió ser, y ésta vez terminaré lo que comencé hace tiempo-

La ira y el llanto eran algo incontenible en mi, comencé a gritar y a pedir ayuda, la puerta se abrió de golpe y ahí estaba él,  Lou, la única persona a la que estaba esperando, al único a quien le confiaba mi bienestar.

-Quién eres, aléjate de ella-

Louis tenía una mirada que daba miedo y seguridad al mismo tiempo, caminaba con mucha determinación a Jhon y él ya estaba preparado para lo que venía.

-Tú no eres nadie para decirme qué hacer y qué no hacer con ella, ella me pertenece es mía y no vas a cambiarlo-

Jhon me había puesto como escudo y apretaba muy fuerte mis brazos, las lágrimas no dejaban de caer y cada vez me sentía más perdida.

-Ari, todo estará bien nena, vas a estar bien, deja de llorar cariño-

La voz de Lou sonaba muy preocupada y asustada, pero me tranquilizaba.

-Déjala ir, no me importa quién seas, sólo déjala-

Estiraba la mano para poder ayudarme pero tenía tan presionados los brazos que no podía moverlos.

-Así que eres el que anda atrás de ésta zorra?, jajajaja míralo Zorra, mira cómo te mira, se enamoró de ti y tú de él, me dan asco-

Me tiró de un golpe al suelo y Lou me ayudó a levantarme, una vez que se había asegurado que estaba bien, caminó hacia Jhon y empezaron a pelear, los golpes de Lou eran certeros y Jhon estaba quedándose sin fuerzas, Louis sacó a Jhon del departamento y corrió a verme.

-Te encuentras bien?- me pegó a su pecho y acariciaba mi espalda
Yo no podía responder nada, estaba ahogada en llanto y lo único que podía hacer era hundirme más en su pecho y llorar, él me abrazó.

-Ven, vamos, no te dejaré aquí sola, recogeré tu pijama, y tus cosas para que te duches y duermas, vamos-

Me ayudó a levantarme y pude ver su boca hinchada por los golpes que se habían dado, fuimos a mi dormitorio a recoger las cosas, y llevamos a mocca también, su departamento era muy bonito, me llevó al baño y dejó que me bañe tranquila, salí con la pijama puesta y había comida lista para ambos, lo vi sentado esperándome.

-No sé cómo agradecerte todo esto en serio, espero que tengas hielo en esa nevera-

Sonrió de lado y se levantó a abrazarme.

-Él tiene razón, estoy enamorado de ti-

No, eso no podía pasar, cómo dejarlo ahora que sabía esto, ahora que también sé que estoy enamorada de él.

-Yo también lo estoy de ti, pero no quiero generar problemas para ti, tu vida es perfecta, y tienes todo cuanto pidas, una chica con problemas por su pasado no es lo que necesitas en tu vida-

-Mi vida no es perfecta, está vacía, tanto que cuando te conocí supe que eras tú, eras la chica que esperaba, a quien le dedicaría todo mi esfuerzo, todo mi amor, todo mi ser-

*Genial Arianna, tu plan es no enamorarte y terminas haciendo todo lo contrario, qué esperas, dile algo, dile que tu vida ha sido miserable hasta que lo conociste*

-Mi vida ha sido un completo desastre, vine aquí para comenzar de nuevo, donde nadie me conozca, donde pueda ser feliz, sin embargo mi pasado aún me persigue y no sé por cuanto tiempo más va a seguir, no quería enamorarme, pero tú cambias todos mis planes, estoy asustada, y todo lo que dices y haces por mi es muy hermoso, pero tengo miedo a perder nuevamente todo lo que he construido para mi-

Sólo puedo ver su sonrisa hacerse cada vez más grande y caminar hacia mi

-Eso era lo que quería escuchar, déjame dedicarte mi tiempo y todo mi esfuerzo, iremos calmados y sin prisa hasta que te sientas cómoda conmigo, vendrán nuevos tiempos para ti y para mi, volveremos a ser felices estoy seguro de eso, ahora vamos, come un poco y a dormir, tenemos mucho por hacer mañana-

Terminamos de comer y fuimos a su dormitorio, se recostó a mi lado y acariciaba mi cabello, era la primera vez en años que pude dormir tranquila, aunque en el fondo sabía que tarde o temprano Él regresaría por mi...

La barrera del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora