Vorágine de Palabras

Desconsolada

Pequeña Rosa Azul.
Sé que estás ahí.
Sé que lloras, lloras y lloras.
Que el dolor desgarra cada centímetro de ti.
Y sé que caes.
Joder, te duele, tu mundo se destruye.
Y por más que no puedas evitarlo,
tú, eres luz.
Y si te apagas...
Frío. Miedo. Malestar.
Y la experiencia me dota a hablar.
Recuerdo tu sollozar la otra vez.
El temblar de tu labio inferior.
Y puedo llegar a imaginar lo que sientes.
Ellos deciden sobre ti. Sobre lo que haces.
Y es injusto a rabiar.
Pero nadie dijo que la vida lo fuera...
Solo quería decirte, Pequeña Rosa Azul,
que me tienes.
A mí y a mucha gente más.
Personas que daríamos mundos por ti.
Solo... No te tortures.
Hay salidas. Te prometo que las hay.
Te prometo que todo volverá.
Te prometo que serás feliz.
Y que la verás.
Y es que todos vivimos amarrados a algo.
Y tu ángel no se fue,
ni lo hará.
Que un amor así es eterno.
No dejes que por pensar distinto
tus padres te quiten tu luz.
Nunca dejes de brillar,
Pequeña Rosa Azul.