Psycho Dream

III Acertijo (Parte I)

Sus ojos estaban abriéndose lentamente, se sentía absolutamente mareada y su cabeza dolía como si hubiera recibido un puñetazo directo en el cerebro, el dolor se veía intensificado debido a la cirugía que recibida. Un flashback se le vino a la mente, era su familia, firmando unos contratos con el hospital. Se le formó un nudo en la garganta pero se contuvo, no era tiempo de lloriquear, debía ser fuerte.

Se levantó lentamente y entre una ligera oscuridad divisó que su familia ya no estaba ahí. Tenía el horrible sabor aún en su boca y el mareo la hacía tambalear, se dirigió a la puerta, al abrirla se encontró con un auto de policía volcado, con dos policías degollados y tirados en el suelo; se aproximó un poco hacia los cadáveres para comenzar a examinarlos lentamente, estaba anocheciendo y habían unas cuantas nubes negras, lo que levantó una ligera preocupación, porque...Quién sabe qué tipo de bestias podrían llegar a salir en la lluvia. Uno de los policías traía una pistola sin municiones y una linterna, procedió a hurgar en el auto, para su suerte había municiones y en la guantera habían dos pares de baterías, una caja con un par de donas y sobre el cristal roto se encontraba un vaso de café sellado (Por lo que no se desparramó) aún tibio. Al abrir la caja encontró una nota, la cual decía: "LLAVES DE LA FÁBRICA ;)...¿Te gustan los regalos? Aprovéchalos, son los únicos que obtendrás". Esta nota la hizo volver a sí, aún seguía un poco aturdida pero recordó esa pequeña llave, volvió a entrar a su casa para buscarla en el suelo. Luego de unos instantes pudo encontrarla, habría salido volando hasta caer bajo un mueble, se hincó y metió su brazo por debajo de este,  se sacudió el brazo lleno de pelusas para volver a la calle. Se sentó a comer en la acera. Las calles seguían desoladas aunque se escucharan algunos gruñidos por ahí.

   Comenzó a caminar un poco acelerada por en medio de una carretera llena de autos chocados de los que se podían observar sombras aparentemente inofensivas, ya que sólo la seguían con la mirada. Comenzó a preguntarse a qué fábrica pertenecían las llaves. Se detuvo a descansar en una piedra a un costado de dicha carretera y comenzó a observar lentamente las llaves, en las que pudo notar las siglas "Portematiell S.A". Eran de la fábrica de pieles abandonada por razones desconocidas, se dirigió hacia el lugar con el extraño nombre, no quedaba muy lejos de ahí, de hecho todas las fábricas quedaban cerca de ahí. Se trataba de una zona específica donde están todas las fábricas e importadoras de la ciudad, un lugar muy contaminado por cierto.

   Al llegar se encontró con un pesado portón, supuso que eran de ahí... Supuso bien. Las abrió y al entrar, ésta se cerró sola detrás de sí, la fábrica era demasiado grande, casi como el hospital; encendió su linterna para buscar la luz pero se detuvo debido a un enorme enjambre de polillas de aproximadamente un metro de envergadura que se le abalanzaron, nunca imaginó que unas polillas fueran tan fuertes. Se encontraba tumbada en el suelo resistiendo los golpes de los insectos gigantes, que cada vez se alborotaban más; observó la luz de la linterna y ésta justo había alumbrado el interruptor, se levantó rápidamente para encenderlo. Las polillas se distrajeron y comenzaron a ir hacia los focos, se dispuso a caminar lentamente intentando hacer el mínimo ruido, escuchaba alguno que otro sonido creado por los aleteos. Continuó con su trayecto y al llegar a un pasillo apareció una criatura muy extraña, era una enorme babosa compuesta por cueros de todo tipo, hasta de humanos, la baba que desprendía parecía estar hirviendo. Se arrastraba a una velocidad considerable y en un momento levantó su parte delantera dejando a la vista una especie de esfínter que se abría y cerraba lentamente, como si respirara. Expulsó un enorme y corto chorro de baba hirviendo que le llegó directo a su pierna derecha, soltó un grito de dolor y se arrastró hasta una habitación, la babosa no la siguió extrañamente, quizás se guiaba mediante vibraciones en el suelo. Al esconderse en la habitación, vio su ropa marchándose de sangre...