El día tan ansiado había llegado. Se despertó ansioso. Hermione vendría por el... ¿A que hora? ¡Diablos! No se había puesto de acuerdo con ella y debería estar todo el día con la incertidumbre y esperando a que ella llegara.
Se levantó, se duchó y arregló sus cosas. Como no iría al colegio, solo preparó un bolso, no su baúl.
Bajó y tomó algo de desayuno y luego subió rápidamente a su habitación antes de que los Dursley lo siguieran fastidiando. Entró y se sentó a esperar. Mediodía y Hermione no llegaba. La tres de la tarde, no quiso bajar a almorzar, estaba muy ansioso y ni rastros de su castaña amiga. Las cinco, las seis, las siete...
De pronto alguien tocó su puerta, miró el reloj: ocho y media de la noche, se había dormido.
-¿Harry?-preguntó tía Petunia.
Se levantó rápidamente y abrió la puerta, ahí estaba su tía acompañada por Hermione.
-Harry ¿Por qué no nos avisaste que tendrías visitas?-preguntó su tía.
-Lo siento yo...
-Está bien, esta señorita dice que pasarás el resto de las vacaciones en su casa ¿Por qué no nos habías contado?
-Yo... bueno... -Harry estaba muy sorprendido con la actitud de su tía.
-Como sea, ahora te dejo con ella para que te ayude a arreglar tus cosas, nos vemos-la delgada señora giró y bajó por las escaleras.
-¡Hola!-Hermione se abalanzó a los brazos del chico con la cicatriz en forma de rayo. Al fin... al fin sentía ese aroma frutal nuevamente.
-Hola-contestó algo sorprendido Harry.
-¿Puedo pasar?
-Si, claro pasa.
-Y... ¿Cómo estas?-preguntó la chica.
-Bien... ¿Y tú?
-¡De maravilla! Pero ya habrá tiempo de contarte lo que he hecho ¿Estás listo?
-Si-asintió Harry-yo creí que vendrías más temprano.
-¡Yo también!-rió Hermione sentándose en la cama de Harry-es que me la he pasado todo el día en el Callejón Diagón eligiendo un regalo para Bill y Fleur...
-¡Cierto!-gritó Harry-que tonto soy... ¿Y tú que compraste?
-Nada-soltó una carcajada-pero como sabía que tú no lo habías hecho, volveremos mañana ¿Te parece? Mañana apenas es lunes, la boda es el viernes y yo le dije a los Weasley que llegaríamos el miércoles, así que te pasarás unos días en mi casa-contó Hermione con una gran sonrisa.
-Me parece-contestó Harry soltando una carcajada.
-Y... ¿Haz pensado que tal vez esta sea la última vez que veas a los Dursley?-preguntó la chica cambiando abruptamente el tema. Harry se quedó pasmado, en realidad no lo había pensado.
-Yo... no.
-Harry... creo que deberías despedirte de ellos, después de todo igual te cuidaron durante todo este tiempo... -le dijo Hermione en forma muy suave.
-Está bien... lo haré-respondió-pero antes ¿Puedo preguntarte algo?
-Si, dime.
-¿Por qué tía Petunia se comportaba de manera tan amable?
-¡Oh! ¡Y vieras cómo está tu tío Vernon!-dijo entre risas Hermione-bueno, el tema es que yo le advertí a papá como eran tus tíos, que aborrecían las cosas "anormales" y como tu tío nos vio llegar en automóvil, nos bajamos y preguntamos por ti. Tu tío nos vio muy normales, y en cuanto mi padre le dijo a que se dedicaba, quedó encantado. Por supuesto, yo no le dije que te conocía de Hogwarts, y como tu tío no habla de ese tema ni siquiera preguntó. Luego salieron a ver el auto y en ese momento yo subí con tu tía.
Harry no aguantó la risa, se imaginaba a su tío comportándose amable con el señor Granger, al fin su sobrino se relacionaba con gente "normal".
-Bien Harry ¿Vamos? ¿Estás listo?
-Si.
Harry tomó su bolso y Hermione la jaula de Hedwig. Bajaron al primer piso y ahí estaban tío Vernon, el señor Granger, tía Petunia y Dudley en la sala de estar.
-¿Están listos niños?-preguntó el señor Granger.
-Si papá-respondió Hermione mientras Harry se acercaba a estrecharle la mano.
-¡Por qué no nos habías traído antes a tu linda novia y a su padre a la casa Harry!-exclamó tío Vernon-te lo tenías guardado ¿Eh?
Harry no respondió y ni siquiera se molestó en aclarar que Hermione no era su novia, después de todo no le desagradaba tanto la idea.
No pienses eso ahora Harry-se dijo.
-Muy bien, nosotros nos marchamos ¿Vamos hija?-habló el señor Granger-dejemos que Harry se despida de su familia ¡Adiós!
-¡Adiós!-dijo Hermione.
-¡Hasta pronto!-contestó tío Vernon, haciendo una seña con la mano, cuando los Granger salían por la puerta.
-Bien... yo no se si... volveré. Han ocurrido cosas en mi mundo y después de todo ya cumpliré la mayoría de edad. Bien solo... yo... gracias-susurró Harry. Luego se acercó a su primo y le estrechó la mano, lo mismo hizo con su tío y a su tía le dio un beso en la mejilla.
-Adiós-agregó Harry. Miró por última vez a aquella familia, luego giró, se dirigió a la puerta, la abrió y salió a la calle cerrando la puerta tras de si.