Vi como Louis me seguía y me pare.
-¿Que coño quieres?- dije enfadado.
-Mira, Alex, se que esto te ha sentado mal y eso pero perdóname.- dijo el.
-Tranquilo, no pasa nada.- dije
Nos quedamos a los otros esperando, y la espera se estaba haciendo muy larga. Le mande varios mensajes a Angel, y no respondía. Me estaba comiendo mucho la cabeza. No era gay, pero, ¿lo de ayer me gusto? Mi cabeza seguía dando vueltas. No se que me pasaba. Bese a Louis, sin ninguna razón. El siguió el beso apasionadamente, hasta que nos separamos.
-¿Que haces?- dijo extrañado.
-No se.- dije, y le bese de nuevo, como si no hubiese mañana. Nos tuvimos que separar varias veces por que nos faltaba el aire. ¿Qué me pasaba? No tenía ni idea. Solo quería seguir besando a Louis, hacerlo hasta que el sol cayese.
-Louis.- dije
-¿Si?-
Lo único que hice fue morderme el labio y seguir besándole, esta vez con un beso mas caliente, mientras bajaba mis manos por su espalda hasta llegar a su culo. Lo toque, dios, era perfecto. El seguía pasando sus manos por mi cuerpo, haciéndome excitar.
-Louis. Follame.- dije
Ni respondió, simplemente me agarro de la mano y me llevo hasta su habitación, abriendo la puerta como podíamos, seguíamos besándonos con mucha pasión, cerramos la puerta y me tiro a la cama, mientras los dos nos quitábamos mutuamente la ropa. Acabamos desnudos, besándonos, sintiendo su miembro contra el mío, haciéndome gemir. Louis siguió hasta abajo, dejándome moratones de los chupetones que me hacía, y cogió mi pene, metiendoselo a la boca. Se lo metía y se lo sacaba, haciendo que me corriese. Nos besamos, nuestras respiraciones agitadas se mezclaban. Abrió mis piernas y metió un dedo en mi culo. Louis era muy cuidadoso, siempre sabia como hacerlo sin que me doliese. Siguió introduciendo hasta 3 dedos.
-Louis, necesito que me folles ya.- dije gimiendo
Cogió su pene y me lo metió. Mis gritos de dolor se fueron desapareciendo cuando Louis empezó a embestirme mas fuerte, haciendo que mis gemidos se convirtiesen en gemidos de placer. No podía mas, y me corrí, y el se corrió después. Nos acostamos en la cama abrazados. Dios era lo mejor. No sabía por que me enfade tanto al estar con el. Después de esas reflexiones, me quede dormido, haciendo que el tono de llamada de mi móvil me hiciese despertar.
-¿Si?- dije con voz de dormido
-¡Alex!¡Por fin coges el teléfono!¿Donde estas?- dijo Angel.
-Eh, Angel, ahora te llamo ¿si?- dije
-Bueno, estamos en la cafetería del hotel, ¡si quieres ven!.-dijo
-Si si, ya vamos.- dije
-¿Como que vamos?- le escuche decir a Angel, pero ya era tarde, le había dado a colgar
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