Me encontraba en un extenso campo de amapolas. Estaba estirada en el suelo mirando el inmenso cielo él qual no parecía tener fondo. Cerré los ojos para despejar mi mente pero un tacto frío como el hielo me hizo ponerme firme y erizarme el vello de mi cuerpo. Me levanté y observé a una hermosa dama con un manto blanco como la nieve que resaltaba tanto que casi no podía ni mirar. Era un vestido. Un vestido con una textura realmente fina que moldeaba su fina figura. El cabello envuelto por unas mechas azules celestes que colgaban de una corona de flores realmente apreciable. Y sus ojos.. Sus ojos intensos como el fuego pero apacibles como el agua. Eran azules. Realmente era una dama de rasgos elficos, ya sea por tener la piel tan clara como la porcelana o por sus orejas perfectamente acabadas en punta.
Se iba acercando a mi y yo retrocedí algo asustada por observar tal belleza. En realidad se notaba que era una esencia de luz, que no pretendía hacer ningún tipo de rasguño ni nada por el estilo. Estaba claro que era buena. Y pensé que sería buena idea dejar de retroceder y dejar que ella siga a delante para que me diga algo que aún no sabía...####
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La dama de blanco
Teen Fiction¿Quien diría que una chica de 16 años le iba a pasar una aventura con montones de experiencias? Además de conocer a gente de otro mundo y luego perderlos (...)