Cómo Nacen Los Demonios

4- Primer Trabajo

Era un día hermoso, me estaba preparando para recibir mi misión e ir a la Tierra por primera vez desde que comenzé mi entrenamiento.

Danarius me estaba viendo caminar impaciente y comenzó a reirse.

"Tranquila Lil, eres la mejor ángel que he entrenado. Sé que lo harás bien."

"Y si cometo un error? Y si no logro traer el alma para el cielo?"

Al escuchar eso soltó una carcajada de nuevo. "Eres una ángel entrenada para matar a los Rebeldes y tienes miedo a lo más sencillo de todo? Si que eres curiosa"

"Bueno tuve el mejor entrenador de todos." Sonreí.

Llegaron otros ángeles que Dan entrenó. La mayoría tienen mi edad, otros son un poco mayor.

Juntos somos un grupo de 5.

Está Fahad, el mayor del grupo. Tiene unos 23 años y es el más estricto de todos.

Greg, tiene mi edad. Es más relajado que Fahad. Ama tirar chistes y bromas a Dan conmigo.

Os, tambien tiene mi edad. Casi no habla.

Luego sigue Anne, es la más tranquila del grupo. Se lleva bien con todos. Ella es la menor.

Y yo. Juntos fuimos entrenados por Dan.

Todos se veían impacientes excepto por Fahad.

"Oye Fa, no estas nervioso?" Pregunta Greg.

"Mi nombre es Fahad, y no; es nuestro deber como ángeles estar preparados." Dijo  mientras mantenia una cara seria.

Todos suspiramos. No cambia.

"Eso es cierto, pero tambien se trata de trabajar en equipo, e incluso divertirte." Le respondí.

Todos sonrieron.

"Asi es Lilith! Perfecto!." Dijo Dan.

Fahad se puso más serio. Creo que siempre me vio como su competencia.

"Bueno pues-" Fuimos interrumpidos.

"Hola angeles! Yo seré su superior! Mi nombre es Jessie. Ahora aquí estan sus trabajos!" Nos entregó a cada uno una lista.

Mi sonrisa se fue

"Solo tres?"

Ella soltó una carcajada.

"Cariño, el primer trabajo siempre son tres almas." Respondió.

"Disculpala, esta muy emocionada." Dijo Dan.

Fahad le gustó escuchar que estuve mal por una vez.

"Bueno, estan todos listos?" Preguntó Jessie.

Juntos nos paramos al borde de la nube.

"Vayan a trabajar!" Dijo Jessie emocionada.

"¡Buena suerte! ¡Sé que lograrán hacerlo!" Dijo Dan.

Y juntos nos lanzamos de la nube.

Sonreí. Amaba volar. Era una de las mejores cosas. Al ver la Tierra acercandose más, abrí mis alas y me quede en el aire a observar donde estaban las almas que tenia que recojer.

A lo lejos vi una bolita azul que flotaba. Esa era el alma.

Me preparé y volé felizmente hacia ella.

En el suelo podia ver algunos ángeles caídos, velando sus almas.

Que horror sería vivir así.