El Funeral

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-Tres días... han pasado tres días y todavía no me puedo quitar su cara de mi mente.- Teemo estaba sentado en una silla dentro de su casa, con una botella de cerveza en su mano. Hoy día se iba a realizar el funeral de Diffy y todos los campeones y oficiales de la Ciudad de Bandle estarían allí. 

-Demonios, tal vez ya comenzó.-

Teemo miró por la ventana para ver como el sol se hundía lentamente desde el cielo. Acerco la botella a sus labios y sintió algo de ardor, ya que todavía no se había recuperado de la paliza que había recibido cuando fue torturado. Se vio su reflejo en la ventana, su ojo todavía estaba cerrado por la hinchazón. Su labio todavía estaba bastante hinchado y tenía varias vendas pequeñas cubriéndole la cara, se veía bastante mal.

Con un suspiro, volvió a beber su bebida mientras seguía sentado en la mesa. Se sentó allí el tiempo suficiente para terminar su botella antes de ir a su habitación para ponerse algo agradable en lo que quedaba del día. Luego de unos minutos llevaba puesto un pequeño traje negro que era perfecto para el sitio dónde iba. Tenía que despedirse de ella, al menos por todos los años de bondad que ella le dio. Salió y pudo sentir el viento en su labio cuando empezó a dirigirse al cementerio. Fue un paseo largo, ya que tuvó que cruzar toda la ciudad para llegar allí. El sol estaba por encima de los arboles en el momento en que llego a la puerta. Por el otro lado de la puerta habían cientos de yordles a la distancia, todos y cada uno vestidos de negro. Teemo no podía ver muy bien, pero podía decir que muchos estaban llorando en los hombros de otros.

Él sabía que no iba a ser un visitante bienvenido debido a su implicación en la muerte de la chica, por lo que fue a sentarse bajo un árbol lejos de la vista de todos y esperó que todos se fueran. Estaba allí, sentado como una roca y recordó todas esas memorias que tenía de ella, mientras crecía junto a su padre. Ella siempre miraba a todos con unos ojos brillantes y esperanzadores como si fuera una niña, incluso en el día de su muerte. La mirada de felicidad que ella tenía en sus ojos antes de haberlo besado, era algo que Teemo nunca iba a olvidar. Esa mirada inocente que ella tenía al pensar que él también la amaba tanto como ella a él simplemente lo destrozaba.

-Eras como una hermana pequeña para mi Diffy. No puedo soportar perder a todos aquellos a los que he amado. Ya he perdido a muchos.- Teemo miró sus manos antes de envolverse entre ellas con sus palmas frías tocando su corazón. Estaba cansado de todo lo que le había hecho la vida, estaba cansado del dolor, cansado de las pesadillas, estaba harto de vivir. Le quedaba una última luz en la que podía concentrase, y esa luz era Tristana. Solo ella podía hacer que su dolor se fuera. Ella era su única y ultima salvación que le quedaba en este mundo oscuro e implacable.

Teemo volvió al mundo cuando escucho pasos. El yordle rápidamente se levantó de la hierba y vio que Rumble se estaba acercando.

-Teemo... estas aquí.- Fue todo lo que dijo mientras se miraban el uno al otro.

-Sí, estoy aquí. Solo quiero decirle adiós después de que todos se vayan.- Teemo puso sus manos en sus bolsillos mientras miraba el suelo.

-Todos se fueron hace un rato, solo estamos yo y Poppy.- Rumble le agitó la mano a Poppy la cual estaba a lo lejos con Lucky en sus brazos. Por su parte Teemo miró mas allá de su amigo para ver que el cementerio estaba casi vacío y también oscuro, ya que el sol se estaba escondiendo.

-Ya veo, bueno... supongo que ahora puedo ir a decirle adiós.- Teemo no espero una respuesta y paso junto a Rumble para dirigirse a la tumba, la cual tenía cientos de flores rodeando la lapida. Rumble observó a su amigo por un momento antes de irse junto a Poppy y Lucky.

Pasó una hora cuando Teemo apenas pudo reunir la fuerza para hablar, pero se desmorono en sus rodillas.

-Diffy, ¿Por qué tuviste que morir por mí? ¿Por qué tengo que estar cubierto en sangre de gente inocente, incluso cuando dije que estos días de matanzas se habían acabado? Yo nunca te quise como un amante. Yo te quería, pero te quería como un hermano querría a una hermana. Fuiste lo más parecido que tuve a una familia desde que él se fue.- Teemo se cubrió la cara con sus manos. -Yo no debería estar aquí, debería estar en esa tumba bajo tierra, y tu y los otros pocos que si se preocupan por mí son los que deberían estar donde yo estoy ahora. Lo siento Diffy, lo siento por no decirte nunca lo que pensaba sobre ti. Te ignoré porque pensaba que lo tuyo conmigo era un simple capricho, pero tú no lo hiciste. Realmente me amabas y yo estaba demasiado ciego para darme cuenta.-

Teemo apartó sus manos y miró al suelo, rompiendo en llanto. -Diffy, por favor perdóname por mis errores, y si me lo permitieras, me gustaría hablar contigo por un rato.- Teemo se sentó en el suelo y comenzó a recordar todos los buenos tiempos que pasó junto a ella.

Mientras tanto, en otro sitio...

Una copa de vidrio golpeó una mesa de forma violenta. -Maldito Teemo, mataste a mi hija. Maldito hijo de puta... no puedo esperar para verte morir por todo lo que me has hecho.- Kitsu se quejó mientras se servía otro trago de whisky antes de bebérselo como si fuera agua.

Con un suspiró Kitsu volvió a llenar su copa con el whisky que le quedaba, ya que lo había estado bebiendo desde que volvió del funeral. Gruñó al ver la botella vacía y se dirigió a un armario lleno de bebidas viejas. Sin pensarlo cogió la botella más grande que encontró y volvió a la mesa para llenar el vaso y seguir bebiendo.

-Un día voy a sonreír sobre tu cadáver Teemo, recuerda mis palabras!- Kitsu volvió a beberse toda la copa. Estaba a punto de llenarse la copa de nuevo cuando comenzó a beber de la misma botella. Estaba lleno de rabia, dolor y alcohol, el yordle apenas era consciente de su entorno mientras observaba una foto de él y Diffy sonriendo.

-Te extraño tanto Diffy.- Kitsu tomó la foto para poder tener una mejor vista.

-Aww que tierno, el viejo extraña a su hija.- Una voz disimulada rió detrás de él.

-Maldición ¿Qué haces aquí?- Kitsu no miró para atrás y siguió observando la foto.

-Las noticias vuelan en el oscuro mundo de los espías y los asesinos.- La voz evitó su pregunta.

-Sí, lo sé, pero eso no explica porque estás aquí Talon!- Kitsu dejó la foto en su lugar.

-Vamos a verlo de esta forma, como un general tú tenías información valiosa para nosotros.- Hubo una pausa antes de continuar. -Y ahora que ya no estás en el ejercito, mi señor piensa que no eres de ninguna utilidad para nosotros.-

-¿Qué hay de nuestro trato? Me prometiste un lugar entre la nobleza noxiana!- Kitsu finalmente se dio la vuelta para estar cara a cara con Talon. -¿Y qué quieres decir con señor? El general Du Couteau ha estado desaparecido por años, de seguro ya está muerto.- Kitsu se confundió cuando Talon mencionó al "señor".

-Oh no, él está vivo, a diferencia de ti!- Y con ese comentario, Talon hundió su cuchilla en el pecho de Kitsu. La hoja lo atravesó, manchando el escritorio con sangre.

-UGGGGH! ¿Qué? Me lo prometiste!- Kitsu jadeó mientras observaba la cuchilla ensartada en el fondo de su pecho. Con la sangre emanando de su boca, trató de sacarse la cuchilla de forma desesperada.

-Shhh... silencio, ya es hora de morir. Tuviste la oportunidad de matar a Teemo pero no lo hiciste porque tenías miedo de ser capturado. Como suele decir Sion... Noxus no soporta a los cobardes, ahora cállate.- Talon saco su cuchilla del pecho de Kitsu, lo que hizo que este jadeara de dolor antes de quedarse inmóvil como una estatua dejando al mundo. Talon pasó por delante del cadáver, limpiando su cuchilla con la manga de la ropa de Kitsu cuando vio la botella abierta. 

-Creo que me llevaré esto, quiero decir, ya no lo necesitas mas Kitsu.- Talon tomó la botella antes de desaparecer lentamente. Lo último que vio antes de irse, fue la foto de Kitsu y Diffy cubierta por manchas de sangre.

LGNA Ep 4: Repercusiones [DE REGRESO!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora