POV LOUIS.
6:30 De la mañana, Sábado.
Ya había pasado una semana y aún no podía creer que esto iba a pasar. Hace unos siete días les confesé a mis padres que era gay, me costó muchísimo porque era una persona bastante reservada, nunca me gustaba contar mis cosas, pero no podía seguir ocultando lo que era.
Realmente pensaba que iba a tener una respuesta positiva por parte de mis padres, o por lo menos compresiva. Pero por desgracia fue todo lo contrario.
- Papá, mamá. Tengo algo que contaros.- Dije mientras me paraba frente a ellos que estaban sentados en el sofá.
- Dinos hijo.- Contesto mi madre con una sonrisa.
- A ver, no sé como empezar porque esto no es fácil para mi, sabéis que yo siempre he sido muy reservado respecto a mis cosas personales, pero esto no puedo seguir ocultandolo más.- Respiré ondo.- Me gustan los hombres, soy homosexual.- Terminé de decir y por un minuto no se escuchó en casa hasta que mi padre dio un fuerte porrazo en la mesa haciéndome sobresaltar.
- ¿Qué carajos Louis?.- Gritó mi padre mientras me agarraba del cuello de la camisa.- ¡Mi único hijo y es un maldito maricón!.- Terminó de decir mientras me estampaba con la pared.
Mis lágrimas no tardaron en salir.
- Si llora, como lo que eres un puto maricón de mierda.- Volvió a gritar mi padre mientras daba un patada a la silla.
- No nos esperábamos esto de ti Louis, que decepción.- Habló mi madre mientras trataba de calmar a mi padre.
- Un maldito maricón eres Louis, no lo puedo creer. No te quiero ni ver maldito homosexual que sepas que la semana que viene te vas al internado brotherhood, no quiero maricones en mi casa y vete a tu puto cuarto antes de que siga viéndote la cara y te de la paliza de tu vida.- Dijo por último mi padre.
Corrí rápidamente a mi cuarto mientras sollozaba, estaba destrozado.
Y ahora, una semana después aquí me encuentro en el coche de mis padres hacía el internado.
La verdad es que tenía bastante miedo, nunca he sido una persona social, me cuesta relacionarme mucho con otras personas, en Doncaster sólo tenía un amigo, Stan.
En el instituto siempre pasaba de desapercibido aunque nunca faltaban las burlas de los de último año.
- Llegamos.- Anunció mi padre mientras bajaba del coche.
Seguido baje yo y me quedé por un momento mirando el internado, era bastante más grande de lo que lo parecía en imágenes, tenía un amplio recreo de pasto verde, con unas cuantas mesas de maderas con un banco a un lado y otro en el otro lado.
El edificio se notaba bastante que ya tenía muchísimos años, pero se conservaba bastante bien.
- ¿También vamos ha tener que llevar tus maletas o qué?.- Volvió hablar mi padre con un tono molesto.
Reaccioné rápidamente y cogí mis dos maletas, eran pequeñas ya que apenas tenía mucha ropa y zapatos, sólo lo suficiente.
- Vamos.- Habló esta vez mi madre mientras tomaba la mano de mi padre y se dirigían al instituto, yo detrás de ambos con la cabeza gacha.
Una vez que entramos en la puerta había varios guardias de seguridad, bastante altos e intimidante.
Al la derecha había una puerta puerta marrón, alta y ancha, un poco desgatada y arriba en medio había un cartel en el que ponía "DIRECTORA".
Nos acercamos, mi padre llamó un par de veces y segundos después la puerta se abrió dejando a la vista un mujer esbelta, bastante delgada, unos ojos marrones un poco intimidantes, con unas gafas grandes y una sonrisa.
- Sr y Sra Tomlinson, ¿verdad?.- Preguntó la mujer mientras se hacía un lado para dejarnos pasar.
- Así es.- Contestó mi padre.
- Yo soy Anastacia Adams, y antes que nada quiero darle la bienvenida a Louis, espero que el tiempo que pases aquí sea bueno.- Me dijo con una sonrisa, que poca confianza me daba.
- Gracias.- Susurré mientras volvía a mirar hacía abajo.
- Bueno, lo único que tenéis que hacer es firmar los papeles y ya está todo listo. Es para tiempo indefinido, ¿verdad?.- Dijo la directora.
- Si es para tiempo indefinido.- Contestó esta vez mi madre.
- De acuerdo, aquí tenéis los papeles, firmarlos un momento.- Dijo Anastacia mientras dejaba los papeles y dos bolígrafos en la mesa.
Mis padres firmaron rápidamente los papeles y la directora los guardó en un carpeta.
- Pues bueno, ya es usted un alumno más de este instituto, me voy dos minutos para que puedan despedirse tranquilamente.
La directora se fue por una puerta que había en oficina y nos dejó solos a mi y a mis padres.
- Espero que esto te sirva de escarmiento y dejes de ser un maricón.- Habló mi padre.
- Si Louis, has sido todo una vergüenza para la familia.- Dijo mi madre.
- Pero no puedo cambiar lo que soy.- Susurré al borde de lágrimas.
- Espero que puedas, si no olvídate de que tienes padres.- Me contestó mi padre y eso fue la gota que colmó el vaso, una lágrima seguida de unas cuantas cayeron por mis mejillas.
- ¿Ya habéis terminado?.- Preguntó Anastacia entrando de nuevo.
- Si ya terminamos, gracias por todo.- Respondió mi madre y junto con mi padre se dio la vuelta y salieron por la puerta sin darme una última mirada.
- Así que Louis siéntate dime ¿por qué estás aquí?.- Dijo la directora mientras se sentaba en su silla detrás de el escritorio y yo me sentaba en la de enfrente.
- Pues verás, hace una semana les confesé a mis padres que era gay, me costó mucho porque siempre he sido bastante reservado con mis cosas pero esto sentía que se los tenía que decir, no podía seguir ocultando lo que soy.- Le dije a Anastacia.
- Ya veo.- Contestó con indiferencia.- Tu habitación es la 128, búscala tengo cosas que hacer.
No respondí, me levanté rápidamente cogí mis maletas y salí hacía afuera cerrando la puerta. Al dar la vuelta choqué con un cuerpo más grande que el mío haciéndome caer directamente al suelo.
Levante la mirada y me encontré con un tres chicos los cuales me miraban con una sonrisa burlona.
El de la izquierda era más o menos de mi altura un poco más alto si acaso, era moreno, con unos ojos marrones y largas pestañas, tenía las fracciones de la cara bastante definidas, aunque era un poco delgado, pero fuerte.
El de la derecha si era más alto que el ultimo, era castaño, ojos marrones, labios no muy carnosos y formados. Su cuerpo bastante definido y fuerte.
Por último el del medio, con el que choqué. Tenía el cabello rizado, un poco largo, unos ojos bastante llamativos verdes esmeraldas, labios carnosos y una fina nariz. Era bastante alto, tranquilamente podía sacarme dos cabezas y poco más, tenía los músculos bastante definido y fuerte, este hombre era todo un dios griego.
- ¿Qué te vas a quedar ahí mirándonos por mucho más tiempo? Si quieres podemos darte una foto, seguro que dura más.-
Espero que os guste. Actualizaciones lentas pero seguras.
María, xxx
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Interntship love || Larry Stylinson
FanficLouis William Tomlinson, un adolescente que apenas tiene 16 años cuando le confiesa a sus padres que es homosexual. Estos al no aceptarlo lo envían a Brotherhood, uno de los internados más pretigiosos de Inglaterra, sólo de hombres. Su vida dará un...