Orgullosa Protección ©

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Ambas estaban muy preocupadas por lo que estaba sucediendo alrededor de todo el mundo ninja. Primero fue Yumegakure, después Sunagakure y, finalmente, la catástrofe calló allí: en Konohagakure.
En cuanto recibieron la noticia de aquellos asesinatos sin piedad, se alarmaron bastante. No mataban a cualquier habitante inocente, ¡también mataban a ANBU's! Eso solo significaba una cosa: sea quién sea aquel misterioso asesino, era bastante poderoso. O poderosa, quién sabe. La locura puede llegar a ambos sexos.

Un ANBU había avisado al equipo siete a petición de Hatake Kakashi, el Hokage.

Cuando los tres integrantes-Sai, Naruto, y Sakura-llegaron pudieron encontrarse con la espalda de una rubia que tan bien conocían, algunos, más que otros.

-Chicos...-Kakashi rompió el silencio mientras los cuatro se colocaban en una posición ordenada. Sabían de qué tema se hablaría. -A partir de ahora seréis un equipo durante este tiempo. La misión será conseguir la verdadera identidad del asesino que nos acecha.

Todos callaron. Bien, todos habían dado en el clavo. Incluso Kakashi estaba algo sudoroso al declarar aquella información.
Debía de proteger a su aldea de algo sigiloso y desconocido, pero, ¿cómo? Había hecho todo lo que se le había ocurrido; colocar a un ANBU por calle para que vigile, hacer que se infiltren como presa fácil... Pero nada funcionaba. Cada día, al regresar a su despacho, veía una nueva demanda de alguna pobre persona asesinada.
Estaba tan desesperado que ya no sabía cómo proteger a su aldea de aquellos ataques, y comenzó a comprender que debía de moverse. Encontrar al culpable lo antes posible mientras él lo daría todo en esta aldea.

La Haruno fue la única chica que llevó su mano al pecho, cerrando los ojos profundamente, intentando saber cómo una persona podría hacer todo lo que aquella persona misteriosa hacía; miembros descuartizados, torturas, violaciones... Y, finalmente, la muerte solitaria.

-No te preocupes, frentona. -susurró su mejor amiga apoyando una mano en su hombro. -Daremos con el culpable.

-E-Está bien, Kakashi-sama, pero... ¿qué hace ella aquí? -preguntó el rubio, serio y señalando a la Yamanaka.

-Su especialidad en manipular mentes será útil en esto. Recordad que no sabemos absolutamente nada de esta persona desconocida. La líder será Sakura, ella ya sabe por dónde empezar.

Sai sonrió.

-Hagamos un buen trabajo, preciosa.

La rubia se sonrojó bajo la mirada de la Haruno. Vaya, apenas la misión había comenzado y ella ya tenía ganas de golpear a su amiga. ¿Cómo se atrevía a pensar en Sai en aquel entonces? No, no, no, y no. Era algo serio. Nada de pensar en el amor, aunque... se veían bien juntos.
"Ino tiene suerte..." pensó, sonriendo, pero a la vez apenada "Me pregunto si algún día yo... tendré la misma suerte. Sasuke-kun, deberías estar ya aquí."

-Sai, nos mantendrás informado de todo. Por favor, id a recoger vuestras cosas. Partirán de inmediato. Tomad esta misión tomando en cuenta el tiempo, cada segundo es esencial.

-Sí. -contestaron todos al unísono.

Inmediatamente, todos fueron a recoger lo más vital; pergaminos, medicinas, el marco de fotos de su respectivo equipo, ropa de muda...
Finalmente, se encontraron en la puerta de Konoha. Todos se miraron. Apenas la inquietud de hacer aquella misión les había dado tiempo a hablar.

-¿Dónde vamos, Sakura-chan?

-Comenzaremos por Suna. Es la más reciente, aparte de Konoha. Idearemos un plan una vez allí, ahora...

-En marcha. -terminó el rubio, emocionado por aquella misión.

Quería terminarla ya, solo para que el peligro dejara de existir. Tras la guerra con Kaguya, apenas había tenido ningún tipo de acción. Solo solitarios entrenamientos... Todos estaban ocupados; Sakura ayudando a Tsunade con el hospital, Sai trabajando en nuevo proyecto artístico bastante secreto, Shikamaru ayudando a Kakashi, Kakashi siendo Hokage... Sasuke en su estúpido viaje de redención.
Suspiró.

Sasuke.

¡Lo echaba de menos! Quería que llegara. ¡Prometieron luchar de nuevo, para ver que ninguno de los dos bajó su rendimiento!
Aunque él ya no estaba seguro.

-¡Vamos!

-¡Sí! -volvieron a gritar, manos a la obra.

Concentrados, comenzaron a desplazarse de árbol en árbol.
Naruto se acercó a Sakura, dejando atrás a Ino y Sai.

-Eh, Sakura-chan.

-¿Sí?

-¿No estás... asustada?-preguntó. Había visto la reacción que había tenido minutos antes ya que sus ojos se dirigieron hacia ella de forma inmediata.

Sakura no sabía cómo tomarse aquella pregunta. ¿Dudaba de su liderazgo?

-Algo. -pero decidió decir la verdad. -Pero, no lo sé, Naruto. Tengo la sensación de que no nos ocurrirá nada. Podremos con esta misión, al fin y al cabo, ¡nadie se nos escapa!

Pero... ¿qué tan ciertas serían la palabra de aquella chica?

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¡¿Qué tal?! Aquí Lala después de taaantooo tiempo jeje
Pues nada aquí os traemos una nueva historia con mi preciosa rubia Aname_o4 😘

Espero os gusté... ¡DE VERDAD!
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