"Cuando tus ojos me miran, mi corazón se alborota"

-Eres estupida Soledad, como se te ocurre cruzar la calle sin mirar, y si te hubiera pasado algo ...- Zoe me regañaba las pocas cuadras que faltaban para llegar a casa, ya comencé a divagar de nuevo es que no me podía sacar de la cabeza a esa chica debo admitir que es la primera persona que causa esto en mí. Era raro no sabia que me gustaban las chica.

Me detuve en seco.

-¿ Qué paso sol?- Zoe se detiene unos paso más adelanté.

No sabia si contarle lo que me pasaba, siempre que ella me decía que cuando tendría novio yo describía el momento tal cual me paso con esta chica. Zoe era heterosexual y yo también creía serlo.

-Pasaras a conocer mi casa verdad ?- contesté sonriendo.

-si claro después de todo ya estoy aquí- me devolvió la sonrisa, me tomo la mano y me jalo para que siguiera caminando.

Al llegar a mi casa Zoe se sorprendió al entrar, la casa brillaba según ella, algo no muy difícil de lograr somos dos en una casa y casi nunca estamos. Le presenté a mi tío y después de un rato subimos a la habitación.

-No sabia que te gustara leer ?- comento Zoe ojeando los libros de mi biblioteca.

-Si, es mi pasa tiempo, asi como el tuyo es ser puta el mío es leer- rei al terminar la frase.

-Oye!! Mis sentimientos - Zoe tambien se ríe.

Eran juegos que teníamos, por lo general no nos tratábamos bien, decirnos "fea" era nuestro "linda" y nuestros "te quiero" era decirnos "que te lleve la parca"... La gente nos mira siempre raro. Pero donde esta lo divertido de ser común. Pensándolo bien creo que eso nos unía como amigas, pero en fin, tenía que encontrar el modo de decirle a Zoe que me gustaba una chica.

Ya era tarde mañana teníamos universidad. Zoe vivía muy lejos, ella vivía sola.

-Martín ¿llevas a Zoe a su casa?- le grite bajando las escaleras.

-Ten las llaves llévala tú, o que se quede - era la primera vez que el me prestaba el vehículo.

Mire a Zoe y me leyó la mente.

- Si me quedo a dormir - dijo y subimos de nuevo a mi habitación.

No quería conducir, Martín me ha enseñado en casos de urgencias, que aun no hacia falta, pero me trae malos recuerdos, prefiero caminar.

- Saca de mi pieza el colchón que sobra y lo suben así no duermen en la misma cama- dijo Martín sin mirarnos

- No se preocupe dormimos juntas - dijo Zoe

Con Martín nos miramos y nos dio un ataque de risa ... A mi tío no le gustaba que lo trataran con respetó... Zoe nos miraba extrañada ...

- Dime Martín o Tincho, no seas formal- yo seguía riendo- listó sol no seas mala .

Cuando pude dejar de reír, miré a Zoe y subimos.

- No subiremos el colchón tincho - grite mientras subíamos.

- Lo que se te haga más cómodo morocha- grito martin ...

Parecía casa de locos todos gritaban .Mi amiga solo me miraba y se reía.

-¿ Por qué no había venido antes a tu casa?- dice entre risas

-Supongo que tenias algo mejor- encojo los hombros y trato de no hacer contacto visual con ella.

Esa noche me costo mucho dormir, mi cabeza trataba de arreglar lo que le diría a Zoe que me gustaba una chica.

Para tratar de de despejarme me metí a mi cuenta. Eran como las dos de la mañana y me llegó un direc.

*¿ Estás ahí?

El mensaje era desconcertante pero era uno de los más coherente de lo que había recibido.

+si aquí, como estas?

*con él alma hecha pedazos

+qué tienes ?

La chica me empezó a contar su problema, trate de que se calmará, veo el reloj y eran las cinco, mañana tenía universidad. De repente me llego otro mensaje.

*gracias la verdad necesitaba desahogarme, te dejo debo dormir más enseguida tengo colegio.

+bueno dale cuídate.

Genial las cosas se solucionaron solas y ya tenia sueño.

La chica tras la cuentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora