El día pintaba mal mi clase empezaba a las 8, mire el reloj una vez más con la esperanza de que cambiara a mi favor, aun eran 5 para las 8, mis ojos se cerraban, mi cuerpo aun no recibía la cafeína necesaria, era demasiado tarde para pasar por mi café matutino, todo era culpa del maldito despertador, yo lo había apagado y el no volvió a sonar, culpa suya, sin embargo seguía necesitando mi café, me debatía mentalmente entre pasar por mi café o llegar a tiempo en clase, mientras pensaba en ello mi teléfono sonó.
- Se te hizo tarde - Afirmo Nat.
- Solo un poco - Comente agitada.
- Tengo tu café, ven pronto o estará frió - Nat, tiene esa especie de sexto sentido para saber que días me despierto tarde, bueno quizás solo sea que no le envié un mensaje por la mañana, algo que hago todos los días.
- Te amo Nat - Casi grite mientras caminaba hacia el salón y colgaba el teléfono.
Al terminar la primera clase Nat y yo teníamos una hora para almorzar, así que fuimos a la cafetería.
El nuevo mesero se acerco a tomar la orden, Nat pidió por ambas pues mi mente ya estaba lejos, el chico tenía una pinta de roquero que ni el mandil que usaba de la cafetería le quitaba el atractivo, la conversación con Nat sobre el proyecto que aun no terminábamos me mantuvo lo suficientemente ocupada como para fantasear, llego la hora de pagar, pues debíamos volver a clases.
El mesero se acerco con la cuenta, y mientras Nat buscaba en la bolsa yo hacia una pregunta muy inocente.
- ¿Necesitas que te de? - Obviamente me dirigía a Nat, quien en realidad es muy mal pensada, se giro a mirarme, e hizo una expresión que sin lugar a dudas indicaba lo que su mente había imaginado, así que debí aclarar - Cambio, babosa - Respondí nerviosa mientras me sonrojaba por la mirada burlona del mesero, definitivamente tardaría mucho en volver a este local.
En comparación el resto del día escolar fue tranquilo al salir, nos reuniríamos en el parque con Matt, quizá aprovecharíamos el tiempo para empezar el proyecto final, debía dejar de distraerme con chicos y concentrarme en ese proyecto pues representaría el 70% de mi calificación.
- Mira Nat - dijo Matt señalando con los ojos a la derecha.
Con curiosidad levante la mirada para saber que se mostraban mis amigos.
- Vamos chicos, tenemos que trabajar - les llame la atención al no descubrir que era lo que miraban.
Cruzaron una mirada enigmática antes de volver a sus cuadernos a tomar notas de lo que yo leía.
De un momento a otro mis palabras quedaron interrumpidas.
- Hola Matt, Nati - Ni siquiera gire la mirada, pues sabia quien era, sin embargo tampoco continúe leyendo por respeto a mis dos amigos.
- Hola Julian - Hola Mr Arrogante pensé yo.
- ¿Que tal? - Saludo una voz diferente
- Sebastián - Saludo Nat, mientras Matt asistía en señal de reconocimiento
- ¿Como les va chicos? - pregunto mientras se asomaba a ver los papeles que sostenía yo.
- Estamos intentando terminar este insufrible trabajo - Contestó Matt de manera dramática, yo solo reí y me gire hacia Sebastián.
- Finales, ya sabes - En cuanto hable Mr Arrogante dirigió toda su atención a Nat probablemente hablando de discos, pues era un tema que a ambos les interesaba.
Charlamos un poco más de cosas banales antes de que ellos siguieran su camino, en cuanto se fueron Nat me preguntó.
- ¿Alguna vez has fantaseando con Sebastián? No puedo imaginarlo como tú tipo -
- Quizá - Conteste dubitativa - Debemos continuar con el trabajo - Así que continúe leyéndoles.
De un momento a otro Nat me interrumpió.
- ¿Iremos juntos a la fiesta? -
- ¿Que fiesta? - cuestione sintiéndome pérdida
- La de Sebas y Julián -
- Yo no estoy invitada - Dije volviendo a mis apuntes
- Julián dijo que podías ir, cuando hablo conmigo - Mire al cielo los ojos en blanco, un gesto que mis amigos criticaban mucho.
- Eso no suena a una invitación - Antes de que cualquiera de los dos pudiera hablar añadí - Pero lo voy a pensar -
Nos despedimos y cada quien tomó camino a su casa, era mi momento de escribir mis fantasías de hoy.
Cuando finalmente termine marcando a Matt para que viniera a mi casa a platicar.
Acababa de escuchar salir una motocicleta de la cochera no podía parar de pensar en Iker, conozco a Iker, aunque hace años que no hablamos. Él esta presente en muchas de mis fantasías, es mi Amor platónico, es el primer chico en el que me fije de esa manera, el primero que me gusto.
- Hola Kate - Mat entro a mi recamara.
- Hola Mat - Respondí sin apartar mi vista de la ventana de mi cuarto.
- ¿Que pasa? - Supuse que preguntaba por mi mirada fija y por que no había empezado a hablar como siempre lo hacia cuando nos vemos.
- Nada Mat, sólo .... Iker -
- ¿Porque no hablas con él? -
- Ya no es él Mat, dejó de serlo desde hace años, Iker en mi mente ya sólo es la fantasía que yo cree, es como yo lo quiero, se comporta como yo lo anhelo, pero no es el Iker que vive en la misma calle que yo, lo idealice y me rompería el corazón si él no es como yo lo imagino -
- Lo has visto últimamente -
- No, aunque a veces escuchó su motocicleta cuando se va, es un chico ocupado, y aveces es mejor no verlo -
- ¿Lo dices por las chicas? -
- Tu sabes que desde que se quedó sólo en esa casa no para de traer chicas, y cada chica significa un golpe a mi corazón, es decir, no lo amo, pero imaginó que hubiera sido si yo me hubiese confesado -
- ¿Te arrepientes? -
- Si y no, en esa época él era todo lo contrario a mi, y por lo que sabía y por nuestra diferencia de edad nunca podría haberle dado lo que quería, prefiero la fantasía que tengo con él -
Mat no dijo nada más, sólo me abrazo, para mi era muy reconfortante estar en sus brazos, el es mi mejor amigo, me acompañaba en momentos difíciles y era un gran consejero, se separó de mi.
Al final para olvidarnos del tema Matt me me invito al gimnasio, lo peor de todo es que había logrado convencerme de ir, yo no me describiría como una chica gorda, pero el ejercicio no entraba entre mis pasatiempos favoritos, aún así había terminado entrando al gimnasio con Matt, mi amigo me enseñaba a usar algunos aparatos, y después de usar algunos y sentir que me moría, me senté en uno de ellos a esperar a Matt.
-Usarás esa máquina - me gire para mirar a quien me hablaba, sonaba un poco molesto
- No - dije levantándome - Solo estoy esperando a un amigo - en cuanto dije esto su sonrisa cambio.
- Soy Alan - Su hermosa sonrisa me hizo parpadear - Y yo sí usaré esa máquina - Me levante, desocupando el aparato.
- Soy Kate -
En ese momento Matt se acerco a nosotros, para avisarme que había terminado.
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El chico que ella quiere.
Teen Fiction- Cuidado - Grito un chico a mi izquierda gire a verlo y descubrí una pelota viniendo directo a mi rostro, logre detener la pelota con una mano desviándola de mi rostro, haciendo que esta cayera a mis pies, mientras el chico venía corriendo hacia mi...