El grito

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¿Por qué vuelves de la nada
cuándo menos se te espera?

Sin previo aviso.

Solo irrumpes en la calma
con el sordo sonido
del grito ahogado.
Del llanto acallado.
Del secreto mudo.
Del dardo envenenado
lanzado con sigilo por quién sabe quién.

Sin intención de hacer daño
y con el corazón afligido.
Pidiendo perdón mientras aprietas el gatillo.

No supe ver en su momento
quien era el verdugo
Con la cerbatana a un lado
y otro dardo en el bolsillo...

Con palabras bonitas
con sonrisas y cariños.
Con la mirada envenenada.
Con mis ojos enrojecidos.

Cuando vuelvas te seguiré esperando
con el secreto mudo
el llanto acallado
y el grito ahogado
de quién ver no supo
y que ahora no quiere ver.

No quiero, pero vuelves.
Y sigues haciéndolo.
Y aunque no quiero oírme
Me revientas los tímpanos.

DesahogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora