fuente de colores

El comienzo

No hay mejor momento para empezar, después de sentir el amargo sabor de haberlo perdido todo.
Aquellos pensamientos, tan profundos, la llenaron de valor después de darse cuenta, que su vida carecía de sentido; empezó a preguntarse... Hasta cuándo seguiré viviendo de esta manera?, sin darse cuenta lo había dicho en voz alta mientras se sumergía en sus pensamientos, "hasta cuando seguiré viviendo de esta manera"... aquellas palabras interesaron mucho más a aquel joven de ojos grandes y pelo despeinado que la escuchó, pero él no sabía que decir, estaba tan asombrado.
Ella, sumergida en su propio mundo, no pudo ver el hermoso paisaje que tenía en frente...
Sin darse cuenta el carro había empezado a andar antes que ella baje, estaba un poco atrasada para ir a la preparatoria; con un poco de esfuerzo ,tal vez llegaría a tiempo; exactamente no sabía por que debía ir, ella tenía un sueño... pero ése sueño no estaba por ese camino, tal vez esa era una de las razones por las que se sentía tan perdida.

Edward, estaba curioso por saber y conocer acerca del lugar en el que recientemente empezaba a vivir, se había inscrito a la preparatoria, y hoy empezaban sus clases.
Se decía a sí mismo que sería diferente, tal vez podría encontrar amigos, amigos que lo apoyen. Aún en su anterior casa y preparatoria, a pesar de ser tan popular y bueno en los deportes,se dió cuenta de lo miserable que era, en realidad no tenía amigos, y ni toda la popularidad del planeta lo haría desprenderse de ésa soledad, sentirse sólo mientras andaba rodeado de varias personas, todas con sonrisas de papel, es aún peor que no tener ninguna compañía.
Hasta aquel día, que era su primera vez que iba a su nueva preparatoria, cuando en el carro escuchó decir a una pequeña niña, "hasta cuando seguiré viviendo de esta manera", fue algo que le sorprendió, porqué? ... mmmm pues simplemente por que no podía creer que a su corta edad, una dulce niña tuviera ése tipo de pensamientos. De pronto se dio cuenta que debía bajar y dejó a la niña en el carro, preguntándose: a dónde irá?, pero ése era su primer día, aunque estaba intrigado decidió que no se distraería e iría por su objetivo principal:" hacer un amigo verdadero".
Estaba observando el lugar hasta que, minutos antes que empezara la clase, se escucharon unos delicados golpes en la puerta... abrió la puerta y entonces fue cuando ésa pequeña niña, entró.
La niña, niña? Si está en mi clase, entonces tiene casi mi edad, pensó.
Ella entró como cualquier compañera, sonriendo a todos, saludando a sus compañeros que los veía después de tiempo, no era una niña, sólo una chica muy pequeña, con una cara tan tierna,y tan esbelta que parecía que con un pequeño abrazo su cuerpo se destrozaría, sin embargo, su brillante sonrisa le daba color a aquel lugar, y todos parecían olvidarse de sus problemas cuando estaban cerca de ella, ya que, con sus ocurrentes bromas, siempre terminaban riendo.
A él le resultó muy familiar, también hacía lo mismo; tener una sonrisa en tu rostro, para qué? Pues no quería que nadie se percate de su vulnerabilidad, y sin darse cuenta empezaba a llenar el lugar de varios colores ,de diferentes sentimientos, cada quien obtenía una alegría propia.
Pero ... qué es lo que sucede con aquella persona que les da los colores a los demás? Ella se queda sin nada , sus colores siempre serán falsos;tal vez podrías llegar a pensar que en algún momento sus colores serán verdaderos, pero eso es algo que por todo el tiempo que vivió, no sucedió en Edward, él mismo se preguntaba el por qué, era algo que jamás comprendería; destinado a ser siempre la fuente de los colores, le dio cierta pena y a la vez alegría encontrar a alguien como él. Era egoísta pero también quería ayudar a los demás, no sabía si era su egoísmo o su amabilidad, lo que le dio el sentimiento de ser la única persona en ser la fuente de los colores. Todo eso se le vino a la cabeza mientras miraba a aquella niña ,tan esbelta, entrar al salón de clases.
Pero ella, ella sólo estaba más ocupada en ocultar su dolor a través de esa falsa sonrisa.
Se acercó,le dio la bienvenida.
- Hola... que bueno q estés aquí, espero que seamos buenos amigos; mi nombre es Rousse. Rousse era la delegada de clase así que quería que sus compañeros estén a gusto, por eso se esforzaba tanto.
Edward se limitó a sonreír y asentir con la cabeza mientras la miraba... vio en sus ojos dos grandes verdades: La primera, era la chica más bella que jamás había visto y la segunda, vio en ésos ojos grandes color café, el dolor que ella ocultaba. Impulsado por la necesidad de querer conocerla, dijo en voz baja pero lo suficiente para que Rousse escuchara: me puedes mostrar el lugar, por favor?
Rousse con una dulce sonrisa... sonrió, aunque ésa sonrisa era algo diferente;un poco más encantadora que las anteriores y le dijo: - Por supuesto, te parece después de clases?
- E... esta bien , gracias le dijo en coz baja.
Pensando en las consecuencias de un simple impulso, se dio cuenta que no estaba preparado para estar a solas con Rousse.
Había estado con chicas antes, pero con alguien como Rousse, jamás. Era el primer día que la veía,sin embargo, no estaba seguro del por qué que aseguraba que Rousse era diferente.