2 capítulo

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Un día decidí encararlo para que dejara de robarme y simplemente me miró a los ojos, tomó mi maleta, la arrojó a la calle y me echó de su casa. Ahora si que estaba solo y sin lugar donde pasar la noche. Más en cima al otro día debía presentar un proyecto en la universidad: esa fue la noche más larga de mi vida.

Al otro día decidí acercarme a un grupo de jóvenes para ver si tenían un lugar en donde yo pudiera vivir y me dijeron que si, pero antes debía hacer un "encarguito" para ellos: consistía en ser transportador de droga en una esquina de la ciudad. En un principio dije que no, pero al "analizar" la situación acepté el trato e hice el encargo.

Al otro día me dijeron que estaba todo listo para que yo entrara en su comunidad y empezara a vivir con ellos. Era algo arriesgado pero debía hacerlo.

En las noches pensaba en Liliann y en cómo lo estará pasando: si ha pensado en mí o ya me ha olvidado. Cada vez me daban más encargos y ganaba más dinero. Fácilmente podía llevar esa doble vida sin saber en el hoyo en que me estaba metiendo.

Mi vida siguió así hasta que salí de la universidad por asuntos académicos y gracias a eso tuve más tiempo para el tráfico y todas esas cosas. Mis "amigos" me decían que era el más eficiente de toda la comunidad y me daba cuenta que cada vez me hacía más adicto a la heroína que era lo que traficábamos.

En una de las transacciones conocí a un tipo y me ofreció ir a Cuba por dos años. Yo acepté encantado porque pensé que mi futuro se aseguraría. Lo malo es que lo haría, pero en la cárcel.

En un principio sufrí mucho porque era duro el trabajo y los jefes muy exigentes: sufría maltratos físicos y verbales, pero cada vez me hacía más fuerte. Luego de difíciles pruebas que tuve que pasar me ascendieron a jefe y éramos los traficantes más poderosos de Centroamérica.

Siempre pensé que si la policía me atrapaba, sería fatal para mí, porque este trabajo es uno de los más peligrosos, pero ya tenía demasiado poder y no iba a dejar que me lo arrebataran tan fácilmente. Siempre pensé qué diría Liliann de todo esto y qué le diría cuando volviera a verla en Chile. Eso me tiene muy preocupado, ya que en tan sólo dos meses estaré devuelta allá.

jamas te olvidareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora