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1 semana después:

Ya ha pasado una semana desde que le confesé a Justin que no era humana del todo. El prometió que no se lo diría a nadie, ni siquiera a sus hermanos, dijo que les daría tiempo a las chicas para que ellas mismas se lo contaran.

-¿Azul o Negro?- me preguntó Karla.

-Azul...- dije distraída.

-¿Tacos altos o bajos?-continuo..

-Altos.-respondí sin prestarle mucha atención.

-¿Prefieres tirarte de un puente o que te Arroye un auto?

- Puente-dije aun sumida en mis pensamientos. Tengo 2 días sin hablar con Justin.

-SAM!!- Me regañó.

-¿Puedes dejar de pensar en Justin un momento?- se quejó.

-Lo siento.. Esque no he hablado con el desde hace un buen rato, a demás hoy es mi cumpleaños..- dije saliendo completamente de mi trance.

-Pues llamalo..- dijo como si fuera algo obvio.

-¿Pero.. Y si esta ocupado? ¿Y si lo molesto?-dije insegura.

-¿Pero.. Y si no lo está? ¿Y si se muere de ganas por hablar contigo y solo esta pendiente al teléfono para ver cuando suene y salga tu foto en la pantalla?

-Si se muriera de ganas por hacerlo ya me habría llamado.- dije firme.

-Tal vez solo quiere ver si lo quieres tanto como el a ti.

-A ver.. Últimamente como que lo estas defendiendo mucho, ¿no crees?- dije poniéndome de pie.

-Solo digo lo que pienso.- se justificó.

-Tal vez tengas razón. -dije volviendo a sentarme.

De pronto tocaron la puerta.

-Pase!!!-gritó Karla.

Abrieron la puerta y una silueta extraña se asomó detrás de ella. Alguien venia entrando con un oso gigante y globos en las manos. El oso era tan grande que no se veía el rostro de la persona detrás de él.

-Sorpresa!!-Gritó Justin apartando el peluche hacia un lado para poder verse. Detrás de él aparecieron, los chicos mi hermanas y algunos amigos. Melissa tenia una tarta en sus manos y Los demás tenían regalos.

Empezaron a cantar cumpleaños feliz y justin solo estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

No pude evitar sonrojarme y ponerme completamente feliz. No me esperaba esto.

Cuando terminaron me abrazaron y felicitaron.

-Ven..- me dijo Justin tomándole de la mano y sacándole de la casa, en dirección al patio trasero.

-¿Que pasa?- pregunté extrañada.

-Te quería dar esto..- dijo sacando algo de su bolsillo. Era una pequeña cajita..

-¿Que es?- pregunté curiosa.

-Otro regalo de cumpleaños..- dijo guiñandome un ojo. Abrí la cajita y era un collar con una J.

-¿Ahora me marcaras como si fuera de tu propiedad?-dije grosera. Aun estaba un poco molesta por que no habíamos hablado desde hace dos días.

-En realidad...- se quedó en silencio unos segundos, como si estuviera pensando lo que iba a decir.- eres mía.- dijo sonriendo.

-Como sea.- dije sin darle importancia.

-Perdón..-dijo con su voz suave.

-No.-dije firme.

- Perdón.- susurró en mi oído.

-No.-dije con un poco de dificultad y aclarando un poco mi garganta.

Me tomó por las caderas y me acercó a él.. Se separó un poco de mi y me miro fijamente a los ojos durante unos escasos segundos. Rozó sus labios junto a los míos pero no los besó. -Perdon. -Estaba jugando conmigo y no sé cuanto tiempo más soportaré.

-A la verga..-dije y lo besé. El se sorprendió ante mi reacción pero luego correspondió el beso. Nuestros labios se movían con sincronía absoluta. Esto era como una droga para mi y juro que nunca me cansaré de esto.

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Querido Desconocido [Silentium II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora