Capitulo 7

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Los pequeños rayos de sol son los primeros en que me dan los buenos días, me remuevo un poco pero puedo sentir todo el cuerpo adolorido, en verdad que ese maldito me dio una buena paliza. Mientras me incorporo en el la cama puedo ver que en la pequeña mesita de noche hay unas pastillas para el dolor, lo habrá dejado Viktor ayer en la noche, en mi cara se dibuja una pequeña sonrisa no puedo creer lo dulce que puede ser. Debo desayunar para poder comenzar el día, me levanto para salir de la habitación, al salir puedo ver a Viktor dormido en una silla al lado de la puerta ¿Se quedo aquí toda la noche?

El se remueve en su asiento, parpadea un parde veces al ver que estoy levantado como si de un resorte se tratara, salió impulsado de la silla como si lo acabaran descubrir. Eso me dio un 'poco de gracia a lo que el solo pudo agachar la mirada un poco ¿Sonrojado?

-¿En que lo puedo ayudar mi señor?.- dijo mientras intentaba quitarse la vergüenza de la cara

-Tengo un poco de hambre.- dije con una sonrisa

-Claro señor, voy a hacer que le traigan el desayuno a la habitación.- dijo mientras me correspondió la sonrisa

-Puedo ir al comedor sin problemas.- dije sin mas, no quería causar problema

-Señor, si me permite el atrevimiento.- lo dice el hombre que me beso.- le traeré su comida a la habitación para que pueda descansar.

No puedo pelear con este hombre al fin y cuenta fue el quien me recato ayer, solo asentí y volví de vuelta a mi habitación, no estoy acostumbrado a ese tipo de atenciones solo soy un chico común y corriente que viene de un pueblo pequeño. Doy pena ¿Cómo voy a hacer el Jefe de la Mafia Rusa cuando no puedo defenderme yo solo? debo recurrir a Yako, lo recuerdo cuando lo vi en el cementerio pero ya no pude hablar con el, unos golpes en la puerta me hacen volver a la tierra.

Antes de que pudiera decir algo, entra un gran grupo de hombres a la habitación y en menos de un parpadeo ya instalaron un masa, cubiertos y una incontable cantidad de comida. Antes de salir dieron una reverencia, entra Viktor dejando la puerta cerrada a sus espalda, me levanto con dificultad de la cama y Viktor me acomoda la silla, quedan a un lado mío

-¿Porque no te sientas?.- dije para romper el silencio

-¿Señor?.- dijo confundido

-Anda siéntate, no creas que me voy a acabar toda esta comida yo solo.- dije con una pequeña sonrisa 

El solo asintió con una pequeña sonrisa, se sienta justo en frente de mi, comenzamos a comer en silencio mientras solo nos dábamos una mirada en ocasiones. Como si mi memoria llegara de golpe, se me comienza a dificultad pasar la comida por la garganta

-¡¿DONDE ESTA OTABEK!?.- Salte sin mas, mientras me levantaba de golpe

-No se preocupe señor, Yurio lo encontró y fue quien nos aviso de lo que había pasado.- dijo mientras podía ver como poco a poco apretaba los puños.- se encuentra en una de las habitaciones de la parte sur de mansión

-Que alivio.- dije en un suspiro.- tendré que verlo pronto

-Claro señor.- dijo entre dientes ¿Acaso estaba celoso?

Una pequeña sonrisa juguetona se me sale, mientras volteo a ver incrédulo a este hombre frente a mi, como si de un niño se tratase. Puedo decir que es alguien de confianza, me siento protegido a su lado pero se que no siempre va a ser así, va a llegar un día en el que ya no va a estar para mi y tendré que vérmelas por mi mismo

-Viktor después de ver a Otabek necesito ver a Yako inmediatamente, tenemos asuntos importantes

-Si señor.

Permiso para disparar (Actualizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora