Hay un atardecer
en tu mirada
y un alba
que se torna día,
hay paisajes
terrestres
y también
estrellas
muy lejanas,
hay armonía,
caos y contrariedad
cohabitando
la inmensidad
de tus ojos,
hay días nublados
en ellos,
tormentas,
y gélidos inviernos.
Pero sobre todo
hay vida sonriente,
sueños por alcanzar
y memorias inefables
a las que siempre
y por siempre vuelves.