CAPITULO 9

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P.O.V. _____

Dolor, creo que esa era la palabra que mejor definía mi estado en estos momentos, dolor de cabeza, dolor en mis parpados y lagrimales, a causa de la acumulación de lagrimas en mis ojos, pero sobretodo dolor en el alma ¿Por qué a ella? No se merecía esto, ella una niña alegre, siempre tenía una sonrisa en la cara, no dejaba de recordar aquellos momentos vividos con ella, todos habían sido felices, no recordaba ninguno desagradable.

Recuerdo su nacimiento, apenas tenia 10 años cuando la vi por primera vez, desde aquel momento supe que sería mi prioridad ante todo, jamás la dejaría ir, aquella vez sentí que mi mundo estaba completo, que nosotras seriamos inseparables.

Recuerdo su primer cumpleaños, todo el mundo la adoraba y nadie me hacía caso, ni siquiera me saludaban, solo tenían ojos para ella, admito que me sentí celosa, pero desaparecieron en el momento que la deje en el suelo para irme a mi habitación y empezó a llorar  para que la volviera a coger, ahí comprendí que yo significaba algo para ella, y ahí vino su primera palabra, “teta” la recuerdo como si la escuchara a todo momento, en aquellos momentos era música para mis oídos, en estos momentos era melodía para mis oídos.

Recuerdo cuando empezó a andar, cuando se tomo su primera papilla, cuando dejó el chupete, cuando aprendió a dormir sin pañal, su primer día de escuela, su primera caída…

Todos mis recuerdos se acumulaban en mi cerebro, no podía pensar con claridad, estaba abatida,  mi mirada estaba perdida en un punto fijo mientras seguía recordando todas aquellas primeras veces o más adelante conversaciones que nunca olvidaría.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el crujido de la puerta de la habitación, Laura apareció tras ella con mi móvil en la mano.

“¿Qué te ha dicho?” pregunte con un hilo de voz que salió desde lo más hondo de mi garganta.

“quería saber si estas bien y hablar contigo, parecía angustiado” no conteste, simplemente asentí con mi cabeza, no tenía muchas ganas de hablar y Laura no lo había intentado, sabía que no tenía ganas de hablar.

“_____, se que no tienes ganas de hablar pero ¿Qué le ha pasado? ¿Por qué a entrado en coma?” suspire, no me apetecía contarlo, desde que el medico me informo no había abierto la boca, pero a ella no le podía hacer el feo, a lo mejor me venía bien contarlo.

“Ella estaba con sus amigas en el patio, jugaban al escondite según le ha dicho la profesora a mi madre, en una de las esquinas del colegio había montado un andamio para arreglar un megáfonos que indicaba la sirena de salida y entrada de las clases, ella se escondió en un hueco que quedaba entre la pared y el andamio, no se sabe como pero le cayó una llave inglesa de 30 centímetros de largo en la parte inferior de la cabeza causándole un traumatismo cerebral que la ha dejado en coma, según el medico no le a causado amnesia, gracias a dios no le ha tocado en la parte donde se almacena la memoria pero podría causar algún tipo de amnesia artificial a causa de la cercanía del traumatismo, a parte le a causado una brecha que han cosido con 21 puntos en la zona del golpe, también me ha dicho que puede que despierte del coma en un periodo de 48 horas, a partir de que la hemorragia ceda un poco, Laura el medico me dijo que tubo suerte, que podía haber muerto, laura, ¿ te la imaginas muerta? No puedo…” y mis lagrimas volvieron a salir de mis ojos.

Laura se acerco a mi y me abrazo, realmente lo necesitaba, se sentía bien, pero no todo lo bien que me podía sentir, quizás el apoyo de otra persona en estos momentos me consolara más, me protegiera de mis inseguridades en estos momentos, con esto no quiero decir que no me gusta el abrazo de mi amiga sino que me sabe a poco y la quiero con locura aunque jamás se lo dijera ella lo sabía.

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