Cap. 1 Parte 2/2. La chica nueva del instituto.

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  Los chicos me miraron unos segundos, uno de ellos era alto y rubio, pero se notaba que era teñído porque la raíz estaba muy mal teñida y... Ay joder, ya sueno como las viejas en la peluquería, bueno como decía, con unos ojos color avellana y el otro tenía el cabello negro y era bajito, casi tan bajo como yo, se dibujó una sonrisa pícara en los labios del rubio teñido y decidí no mirarlos, bajé a recoger los libros, mientras cogía los libros vi que uno se llamaba "El hombre ilustrado" Era mi libro favorito y sonreí al ver que mi madre me lo había dado, luego me levante y guarde un par de libros dentro del casillero sin mirarlos. 

 "Hola chica nueva" Dijo el chico rubio teñido y comencé a caminar hacia el salón.

 "No te vayas chica nueva" Pidió el morocho y me siguió sonriendo.

"No me llamo chica nueva" Dije con un tono no bajo pero tampoco alto, simplemente hablaba suavemente, dandome la vuelta. 

 "Entonces que preciosa?" Pregunto el rubio acercandose y lo ignore.

 Seguí caminando algo molesta, entre al salón y el chico rubio y el otro me siguieron entrando detrás  mío y escuche a una chica aplaudir.

"Felicidades, por fin llegan a tiempo a una clase" Dijo la chica de ojos verdes y cabello negro.

 Seguro que eran los típicos idiotas que llegaban tarde a todas sus clases, me senté al final de la clase junto a un chico de cabello castaño y ojos del mismo color creo, estaba cabisbajo y cuado me sente a su lado no me miro raro, directamente no me miro, tire mi mochila a mi lado y me acomode en la silla, por si no lo he mencionado antes estabamos en clase de literatura, pero la clase aún no había empezado, me quede observando la ventana y lentamente me fui quedando dormida, no recuerdo cuando, pero desperte gracias al profesor que se tomo el trabajo de levantarme, cuando abrí los ojos los abrí muy grande, estaba todo el curso mirandome y yo me moría de vergüenza, el chico de al lado sonrió levemente y el profesor murmuro algo como 

"Ya no tienen respeto por nada" 

  La cosa es que yo no sabía cuanto tiempo había estado durmiendo y preste atención el resto de la clase y cuando sono el timbre me puse los auriculares y esperé a que todos se fuesen del salón para salir y cuando salía alguien me choco, asi es, yo no lo choque, el me choco a mi. Me di la vuelta para ver quien era y vi que el chico que se sentaba a mi lado me miraba con algo de miedo? Tal vez avergonzado.

"Lo... Lo siento" Balbuceo y yo sonreí de lado, tenía mi misma altura.

"No pasa nada, no me he lastimado" Respondí mirandolo a los ojos.

 Nos quedamos así unos segundos, no por la incomodidad ni nada de eso, es solo que me perdi en sus ojos, en su mirada, era triste, pero tenía un dejo de esperanza, no  sé porque, pero desde niña he podido ver lo que sienten las personas al mirarlas a los ojos, es como si me lo estuviesen diciendo. Me sostuvo la mirada por dos minutos, pero para mi fue eterno y no eterno en el mal sentido, sino en el bueno, yo quería que lo fuese. 

"Bien" Se limitó a decir y camino a la cafetería.

 Hice la cola en la cafetería y salí de la cafetería con mi comida escondiendome en un baño a comer, no era muy higienico pero era mejor que estar allí, luego del almuerzo volvi a las clases, lo peor era que en este instituto estaban atrasados, todo lo que daban yo ya lo había estudiado y rendido así que simplemente hacía dibujitos en la mesa con mis sharpies, los he comprado para escribir por todas partes, son lo mejor no sé. Levante la mirada al notar que el chico que me había chocado me miraba de reojo y le pase un papelito que decía "Hola", cuando lo leyó sonrió y me contagió la sonrísa, me devolvió el papel rozando mi mano y sentí un escalofrío.

"Hola, soy Sam" Escribió con una perfecta caligrafía, hacía que mi letra pareciese de doctor.

"Soy Nina, un placer" 

 Al devolverme el papel una de mis pulseras se atoró en su muñequera y me sonrojé, aunque no era momento, él rió levemente pero bajito para que la profesora de historia no se diese cuenta y la desengancho. No leí el papel porque justo la profera nos dió trabajo y comencé a escribir, al terminar la jornada caminé a casa y al sacar la llave cayó el papel, lo recogí y leí lo que decía 

"El placer es mío princesa" Sonreí como idiota y entre a mi casa. 

You don't know meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora