—No—Respondió el inglés siendo muy cortante, mientras se intentaba concentrar en el libro que estaba leyendo sobre el sofá.
—¡Por favor, Iggy!—Suplicaba el americano.
—¡Dije que no! ¡Y no me llames así!—Arthur odiaba el apodo "Iggy".
La razón por la que estos dos angloparlantes estan discutiendo, es porque Alfred quiere hacer una fiesta de pijamas junto a Arthur y Matthew. Le estaba rogando al mayor venir a su casa, pero éste no aceptaba. Y en cuanto a Matt, no le importaba que no quisiera, obviamente lo obligaría.
—¡Por favoooooooooor! ¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¡Haré lo que sea! ¡Por favoooooooooooooor!
Las súplicas del americano ya se volvían realmente molestas para el inglés.
—¡Ya, iré! ¡Pero por favor, cállate! —Arthur se levantó del sofá y tiró el libro para desahogar su ira.
—¡Gracias Iggy!—Alfred sonrió y abrazó al mayor para agradecerle.
—¡H-Hey...! ¡No me toques, zopenco!—Dijo el ojiverde con las mejillas sonrojadas. Odiaba que Alfred lo tocara, su corazón latía muy rápido. Le hacía sentir raro, muy raro.
Alfred no le dio mucha importancia a lo que el mayor dijo, y salió de la casa del inglés corriendo y saltando de felicidad. Ya había obtenido lo que quería.
Ahora, Alfred se dirige a la casa de su hermano, no para pedirle amablemente que vaya a su pijamada, sino para avisarle que tiene que ir, y si no acepta, lo traerá a la fuerza.Alfred llegó a la casa de su hermano.
Matthew escuchaba ruidosos golpes en la puerta de su casa, al principio intentó ignorarlos, pero quien sea que esté en la entrada de su pacífica casa, es muy ruidoso, demasiado.
Matt no tuvo otra opción, se dirigió a abrir la puerta. Y como se lo esperaba, su ruidoso y desordenado hermano había venido.
—Hola Alfred...¿En qué te puedo ayudar?—Suspiró, mientras sostenía la puerta que estaba media abierta. estaba seguro de que el ojiazul solo había venido para pedirle un favor.
—¡Déjame entrar!—Gritó Alfred, empujando el portón para ingresar, no le importaba si lastimaba a su hermano, de hecho, ni siquiera estaba consciente de eso.
El canadiense lo dejó entrar antes de que su hermano entre por su cuenta.
Alfred se encaminó hacia la sala, se sentó en el sofá, en donde estaba Kumajiro sintiendo un poco de miedo por el americano.
—Matt, vas a ir a mi fiesta de pijamas, hoy, a las 7:00 pm, llega puntual.
—¿Eh? Alfred, en verdad agradezco tu invitación, pero estoy ocupado, no po–
—No quiero escuchar excusas, te espero a la hora que te dije. —Interrumpió a su hermano. Y se marchó de la casa corriendo.
Matt no tuvo tiempo de responder. ¿Para qué quería entrar? Si es que solo era para eso, podía decirlo desde afuera. Pero en fin, se sentía obligado. Tenía que asistir.Llegaron las 7:00 pm, Alfred estaba sentado en el suelo de su casa, mirando con atención la puerta principal, estaba realmente emocionado, es su primera fiesta de pijamas, y quería tratar bien a los invitados (Que prácticamente fueron obligados a venir).
–Ding Dong–Sonó el timbre. A Alfred le empezaron a salir brillos en los ojos, estaba demasiado emocionado. Se levantó del suelo inmediatamente y con su mano derecha agarró la perilla de la puerta para saber quien ha sido el primer invitado en llegar.
—¡Matt!—El americano gritó de la emoción.—¡Sabía que vendrías! ¡Entra! ¡Entra!.
—Gracias Alfred...—El canadiense le hizo caso, y entró. Aunque se sentía un poco estresado, ya que había dejado cosas importantes pendientes por venir a esta ridícula pijamada.
Al poco tiempo, el timbre sonó nuevamente. Obviamente era Arthur. Alfred corrió hacia la puerta para abrirla y encontrarse con el ojiverde.
—H-Hola...—Saludó Arthur un poco incómodo, fingiendo una sonrisa.
—¡Iggy! ¡Pasa!—Respondió el americano sonriendo.
Arthur pasó y se encontró con Matthew, esto le sorprendió un poco. Pero al menos, ya no se sentiría tan incomodo, pues, no se quedaría a solas con Alfred. Arthur estuvo pensando en qué podría pasar esa noche, se sentía avergonzado por creer ese tipo de cosas.
—Hola Arthur—Saludó Matt con una sonrisa amable.
—Oh, hola...—Respondió el saludo. —Me...Ma..M...Ma.—Intentaba recordar el nombre.
—Es Matthew...—Suspiró el canadiense decepcionado. Su nombre es sencillo de memorizar ¿no?
—Si, que gusta que estés aquí, Matthew—Dijo incómodo, debía grabarse ese nombre.
—¡NAHAHAHA! ¡Que bueno que hayan venido! —El americano se metió en la conversación. —¡Esta noche haremos muchas cosas divertidas!
—¿A ti también te obligaron a venir, cierto?—Susurró el inglés en el oído de Matthew.
—Si...—Asintió con la cabeza.Esta noche sería una tortura para Matthew y Arthur...
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La Fiesta de Pijamas de Alfred
FanfictionMatthew y Arthur son obligados a ir a la casa de Alfred para cumplir sus caprichos de hacer una fiesta de pijamas. Claro que el único que disfrutaría esa ocasión es el americano. Historia mal redactada :T (?