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La primera vez que oí tu voz, jamas la olvidare.

Grite como por quince minutos.

Tu voz siempre fue preciosa, tenia ese enigma, esa cosa inexplicable que me encantaba.

No te puedo decir que me dijiste esa vez, pero si las sensaciones que causaste en mi.

Era como miles de mariposas en mi estomago.

Como un huracán en mi pecho.

Era esa emoción indescriptible que te coloca una sonrisa en la cara imposible de borrar.

Tú eras el motivo de mis sonrisas.

De que me volviera loca si veía mi celular sin batería.

¿Alguna vez sentiste algo parecido al escucharme? ¿Alguna emoción?

Tal vez sí, o eso quiero creer.

Lo que era cierto es que tú no eras de hablar mucho, así que cada oportunidad que tenia para escucharte era como un pequeño tesoro que guardaba como mucho recelo.

Se que en algún momento me viste y pensaste que estaba loca.

Que desvariaba.

Y sí, siempre he estado loca. Muy loca por ti.

Esta loca hubiera dado la vida por ti, así pasaran los meses, los años, haría todo por ti.

Porque la la locura acompaña siempre al amor, y lo que sentía por ti era amor en su máxima expresión. 

Y si lo dudas, te cuestionas alguna que otra vez eso... Sí, aún te amo.

Fix youWhere stories live. Discover now