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Tiempo había pasado y Dipper había enfermado.

Doctores y doctores lo atendían y ninguno podía curar lo que Dipper denominó por sí mismo como "Vacío Espiritual".

No entendía el por qué de aquello pues tenía a su lado a la persona que lo había alegrado en los días más oscuros, a aquel que se había tomado la molestia de ayudarlo y animarlo; debería estar feliz.

Salió con cautela de su cama y fue a la ventana. En todo ese tiempo había sentido que algo no estaba del todo bien con Wirt pues cuando le mostró las otras cartas que había recibido pareció ponerse celoso e incluso llegó a gritarle que tirara esas cartas.

¿Si él las había escrito porqué querría que las tirara?.
No comprendía nada.

Pensó que lo mejor sería dormir.

[ . . . ]

Mientras que toda la ciudad dormía aquel joven Beta de cabellos rubios luchaba contra todo pronóstico médico y trataba de llegar a la casa de su amado.

Aquella bala detonada justo el día de su encuentro no había conseguido matarlo, tan sólo herirlo.

Ese tipo castaño quería quitarle a su pequeño Omega y no se lo permitiría. Lo mataría antes de que eso sucediera.

Bill Cipher no era una persona violenta, pero vaya que ese maldito Alfa lo había hecho enfurecer.

Cuando estaba pocos metros de la casa de los tíos del joven Omega comenzó a gritar.

Lo hizo hasta que de un tiro lo callaron.

—Demonios, creí que estabas muerto.— susurró para sí mismo el castaño Alfa.— Bueno, creo que esta vez no resistirás.

—¿Por qué haces esto?. Existen más Omegas ¡Dipper no es el único!.

—Es único en su clase, Cipher. Es algo que un Beta como tú nunca lograría comprender. Es un hermoso Omega y será mío.

—No lo será... Él se dará cuenta de que le has mentido.

—Y cuando eso pase será muy tarde porque ya estarás muerto. Además, mírate;— el castaño puso el cañón del arma en el mentón del rubio y sonrió con malicia.— ¿de verdad creíste que llegaría a fijarse en un Beta?.

—¿Y por qué no lo haría?.

—Los Betas solamente deberían poner sus ojos en otros Betas. Los Alfa podemos tomar a cuantos Omegas y Betas se nos antoje, y tú, Cipher, eres tan sólo un estúpido e inútil Beta.

Las palabras del castaño así como el cañón de aquella escopeta le perforaban cada vez más las entrañas a Bill. No podría salir con vida de aquello y por consecuencia Dipper podría morir.

No. Él no podía morir. Dipper era su mundo y si algo malo le llegara a pasar por su culpa jamás dejaría de lamentárselo.

El disparó fue sorpresivamente más cauteloso de lo que se esperaría pues nadie alrededor pareció escuchar nada en el momento donde sucedió.

A la media noche, como era su costumbre, Cipher logró arrastrarse hasta la ventana del chico al que amaba y logró entregarle lo que sería su última carta.

Su carta de despedida.


Me odio tanto
Nah, mentira, me amo por hacer este tipo de cosas xd

Fuera De Lo Normal [BillDip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora