La niña de sus ojos | Niall Horan

Capítulo 14

MARATON 3/4

Capitulo 14

*flashback*

— Kayla, es tu padre quieras o no. Y si vino solo para darte su número creo que lo deberías llamar. –hice una mueca—Si Kayla ya se el abandonó pero tú no eres así, no eres como él. Aparte si algún día le llega a pasar algo te vas a sentir culpable. Pero ya va a ser tarde, no vas a poder hacer nada al respecto—

No omití ni una palabra.

—Pensalo ¿si? —sonrió

—bien—alcancé a decir.

*Fin de flashback*

Él nos abandonó, me hizo sentir que yo era una verdadera mierda. En los momentos que más lo necesitaba mi padre no estaba. Por un tiempo mi madre estuvo deprimida no salía de la cama, yo solo tenía 5 o 6 años, y él no estuvo ahí para decirme que todo estaría bien, no, no lo hizo, entonces me la tuve que bancar solita, tratando de sacar a mi madre de la cama. Si, ella salio de toda esa depresión con ayuda de psicólogos que le dieron a entender que ella no estaba sola que tenía una hija, por la cual debía vivir. Cuando cumplí 15 años, tenía ese deseo que mi papá apareciera. Lo esperé, lo esperé y no vino. Anhelaba bailar el famoso bals con él pero no, de nuevo me volvió a decepcionar. ¿Qué si estaba herida? Si lo estaba y el dolor todavía permanecía en mi corazón pero ya no era como antes. A veces pienso en él y me doy cuenta que lo extraño. Él me hacía sentir como una princesa de niña. Me trataba con delicadeza y amor, me daba todo lo que yo quería. Jugabamos, reíamos, nos divertíamos ¿Qué habrá pasado con todo aquello? ¿Cómo esas cosas tan lindas pueden desaparecer en un abrir y cerrar de ojos? ¿Sera que todo eso era solo una ilusión?

Niall tiene razón es mi padre quiera o no. Y si, si algún día se muere yo me sentiría pésimo. Adémas yo lo sigo amando a pesar de todo, no soy una persona rencorosa. Todavía siento dolor, pero son cosas que ya pasaron, que ya superé. Él no sera el mejor padre del mundo pero no quiero ser una de esas que dejan a sus padres en un geriátrico y se van. Es fatal para cualquier padre que le arrebaten a un hijo.

—Mamá, ¿tenes el teléfono de papá? — ella me mira sorprendida.

— ¿El teléfono? — abre los ojos como platos

—Si—respondo indiferente

—El de tu padre? —pregunta

—Si mamá el teléfono de mi progenitor ¿lo tenes? — impaciente

—Emm…si ya te lo doy— desconcertada

….Marcando….

Gustavo Daniel Paddon—contesta una voz rasposa y grave.

—Hola, pa. Soy Kayla— dije insegura

— Kayla—exclama entusiasmado — hija ¿q..q.que paso? — su voz se había tornado preocupada

— Nada, no paso nada— aclaro— ¿Quería saber si querías tomar un helado conmigo? —sonrio

—¿Enserio? ¿Queres ir a tomar un helado con tu viejo? — está tan contento, eso me hace feliz a mi. Por un lado quiero que este bien.

— Ajam. A las 4 en la heladería Tío Andino en la 56 Avenue. —firme— Si podes —

— Si por supuesto si puedo nos vemos allá—río.

Lo había hecho tan feliz con solo una llamada. Igual no me puedo fiar mucho. ¿ Y si llego a la heladería y no viene?¿Y si me quedo ahí como una idiota esperando a que el venga como lo he hecho siempre? Bueno no voy. Si, si vas a ir. Ya está ya lo llamaste. Bueno, pero

___ vino Martina—grita mi madre interrumpiendo mis pensamientos.

—Hola Martu—

—Hola Kayla. ¿Cómo anda mi mejor amiga en todo el mundo?—dijo con una gran sonrisa en su rostro.

¿Y a esta que mierda le pasa ahora?

—Martina, no te hace bien tomar el jarabe para la tos cuando no tenes tos. Y menos si te lo tragas como si fuera agua—

— Ya te dije que ya supere esa etapa de mi vida— soltaba estúpidas risitas a cada rato

— ¿Pasaste por un barrio peligroso y sin querer inhalaste droga? —tratando de averiguar la razón de su comportamiento

—     No —Estaba peinando una mecha de mi cabello con sus dedos y ahora no solo largaba risitas también le había agarrado hipo. Reí

—Okey te voy a hacer reaccionar a la manera antigua— diciendo esto estrellé mi mano en su mejilla haciendo que está quedara colorada. A los dos segundos Martina ya había reaccionado, no de la mejor manera pero por lo menos lo hizo. Mi amiga se había abalanzado sobre mí haciéndonos caer.

— No vuelvas a hacer eso— me mira peligrosamente a los ojos. Esta chica puede matar si quiere.

—Bueno, perdóname pero no reaccionabas. Ahora ¿A que se debe tu extraño comportamiento? —levantándome

— No se Kayla, Harry me vuelve loca—claro como no pude adivinarlo. Revoleo los ojos—Levamos meses siendo novios, él otro día me llevó a ese lugar especial y me dijo que me amaba y ahora estoy más enamorada que nunca. Sus ojos me hacen — interrumpo

—Bienvenida al amor, querida— me burlo

—CALLATE¿Y que hay de vos? Cuando entré estabas con cara de culo ¿Qué paso?—

—Nada, es solo que—doy un suspiro. No le había dicho nada a Martina de mi padre. Nada. No se por que. Talvez ¿miedo? O ¿inseguridad? O por que jamás se había dado el momento. No me gustaba hablar mucho de él. Y a veces la culpa me comía, yo sabía todo sobre ella, y ella no sabía todo sobre mi. Decidí mentirle— pelee son mi madre nada importante— aparte la vista.