Parte 2 de 3.

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Para BaekHyun diciembre era un mes frivolamente cálido, hermoso, lleno de luces brillantes, comida y dulces. Y claro, regalos entre la misma familia.

A pesar de lo triste que se encontraba, algunas veces, ante el recuerdo de las cartas, nada cambio. Al menos no en sus costumbres para con dicho mes.

Su familia y la de los vecinos, tenía la hermosa costumbre de preparar un gran banquete para aquellos que no tenían que comer, regalaban abrigos que les ayudará a enfrentar los fuertes fríos y dulces para alegrar sus navidades. Todo con la intención de hacer sentir menos sola y desprotegida a una persona. Los Byun eran muy conocidos por ser personas de gran y humilde corazón.

—BaekHyun, bebé –Su madre lo llamó desde la cocina. Se acercó de inmediato, dejando de lado el empaquetado de las comidas para escuchar a su madre.

—¿Sí, mami? –Baek amaba con demasía a su madre. Era de sus personas favoritas en el mundo.

—Necesito que hagas un mandado muy importante –Cualquier joven hubiese estado molesto, incluso hubiera armado todo un escándalo por ser enviado y no su hermano o hermana. Pero Baek era tan distinto cuando de su madre se trataba.

— ¿Qué es? –Preguntó más curioso.

—Pero eso sí –Su madre mostró un rostro muy serio, lo que le indicaba a Baek que debía tener bastante cuidado con lo que se le iba a encomendar a continuación –Evita hacer algo que incomodé a la familia dónde llegará este poco de comida, ¿si cariño? –Su madre le sonrió tiernamente mientras acariciaba su mejillas.

BaekHyun entendía a lo que se refería, probablemente se trataba de alguna familia pasando por un mal momento pero que, no les convenía ser expuesto. La situación podía afectarles de alguna forma. Asintiendo tomo los paquetes y espero más instrucciones.

—Aquí está la dirección –Le brindó un pedazo de papel con el nombre de calle y número de casa –Lo reconocerás, es compañero de clase tuyo. Sin embargo, te contaré resumidamente su situación para que tengas tacto a la hora de hablarle –BaekHyun asintió —Bien, su madre falleció hace unos meses, desde entonces le ha tocado que cuidar de su hermana. Su padre está en otro país y está teniendo problemas para volver.

Por un momento BaekHyun se sintió mal, al escuchar que era su compañero de verdad le dolió. Es decir, alguien de tu mismo entorno cotidiano y no enterarte sobre lo que está pasando en sus vidas. No es que fuera importante saber todo acerca de sus vidas, pero sí cuando pasan un mal momento es importante saberlo y así brindar un poco de ayuda.

Baek siguió al pie de la letra dirección, hasta que finalmente dió con la casa deseada. Tomando una profunda inhalación se decidió por tocar el gran arco de madera. Dió un pasito hacía atrás y espero.

Cuando la puerta se abrió realmente se sorprendió. ChanYeol, su compañero estaba ahí.
En ese instante muchas cosas tomaron sentido, desde las ojeras del alto, su distracción en clase y que constantemente se dormía durante la clase de religión.

El más alto, a pesar de su pálida piel, fue golpeado por fuerte rubor que alcanzó hasta la punta de sus imponentes orejas. Baek pensó que se trataba de vergüenza, tal vez no estaba acostumbrado a ser ayudado por los demás, seguro le apenaba verlo ahí cuando ambos no son tan cercanos.

—Hola –Baek esbozó una suave sonrisa, acompañada de un poco de tintura roja en sus mejillas.

—Hola –La voz de ChanYeol sonaba un poco más grave de lo normal. Sacudió su garganta luego de aquella única palabra.

BaekHyun de repente se sentía apenado, sin saber cómo actuar a continuación. Se acercó un poco más y extendió los paquetes de comida, ChanYeol sin pensarlo mucho los aceptó. Todo en él temblaba.

My Happy Virus [3 Partes].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora