Quiero hacerte mío (OneShot)

2K 147 117
                                    

"MAKE YOU MINE".
Ese era el título del libro que descansaba al lado de su cama, en la mesita de noche. Había tenido mucho trabajo, no había podido leerlo ya que a duras penas tenía tiempo para comer y dormir.

Ahora que la carga de trabajo había disminuido un poco, tomó el libro y lo abrió. Comenzó a leerlo.

Poco a poco fue pasando las páginas. Perdió la noción del tiempo. Para él, todo el mundo exterior desapareció. Le estaba gustando mucho lo que leía.

Cada palabra, cada pensamiento expuesto en ese libro le llegaba hasta lo más profundo de su corazón. Pudo experimentar cada sentimiento expresado en esos párrafos. Reía, se emocionaba, lloraba; de todo un poco.

De repente se dió cuenta que el libro había terminado. Se había sentado y lo había leído completo, sin soltarlo ni una vez.

Se quedó allí, pensando en todo lo que había leído. No cabía duda de que Rui había puesto lo mejor de él dentro de ese escrito.

Bowen deseaba que las palabras expresadas en esas hojas fueran para él, pero sabía que no era posible, que esa historia no hablaba de él, que todo lo que había pasado entre él y Rui había sido pura actuación para complacer a sus fans. Que, a pesar de que se llevaban bien y pasaban ratos muy divertidos estando juntos, no había posibilidad de que hubiera nada más entre ellos.

La lectura lo dejó tan emocionado, que no pudo evitar tomar su celular y marcar el número de Rui. Casi inmediatamente, una voz respondió.
– ¿Hola?

Bowen sintió que el corazón le brincaba de alegría al escuchar esa voz que conocía tan bien.
– Hola Rui.

– ¡Xiao Bai! ¿Cómo estás? ¿Cómo te va con las grabaciones? Espero que todo esté saliendo bien.

– Todo está muy bien, gracias... Te llamo porque... ammm... acabo de leer tu libro.

Hubo un momento de silencio. Sólo se escuchaban sus respiraciones. Al final se escuchó la voz insegura de Rui.
– ¿Y qué te pareció?

– La verdad es que me encantó. Es realmente maravilloso.

Rui soltó un suspiro de alivio.
– Me alegra que te gustara.

– Es magnífico cómo lograste plasmar esos sentimientos tan bien en el papel. Lo disfruté tanto. Podía imaginar perfectamente tu voz. Era como tenerte aquí al lado contándome todo.

La risa de Rui se escuchó a través del teléfono.
– Que bueno que lo disfrutaste mucho. Se me hizo muy difícil describir esos sentimientos, los tenía tan a flor de piel que quería transmitirlos lo más exacto posible. Y por lo visto, creo que lo logré.

Bowen no pudo reprimir una pequeña sonrisa.
– Sí, lo lograste. Me gustaría saber quién es la inspiración de esos sentimientos. Creo que es alguien muy afortunado.

– ¿Por qué dices eso?– Rui se escuchó algo serio.

– Por que sería bonito saber que haces sentir tantas cosas a otra persona, saber que eres la causa de que el otro escriba algo tan hermoso. Que te quiera y lo exprese de esa manera tan bella. Me gustaría ser esa musa para alguien.

– Pero, ¿por qué preguntas quién inspira esos sentimientos? ¿De verdad no lo sabes?

– No.

– ¿En serio?– Rui no podía creer lo que escuchaba. Respiró profundamente y volvió a hablar. – ¿De verdad quieres saber quién es la causa de esos hermosos sentimientos?

– Eh... Sí... Creo...– se escuchó la vacilante voz de Bowen.

– Wang Bowen, eres tan inocente y tonto.

Quiero hacerte míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora