MAD CITY [TAETEN]

Epílogo

1 año más tarde.

Estoy vagando por las calles atestadas de gente. Personas corren en todas direcciones cargando bolsas con regalos y adornos navideños.
Yo sólo busco que llevar para la cena.
Aprovecho que los supermercados están llenos para pasar desapercibido.

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Misión cumplida con éxito. Salgo con la mochila llena de cosas para cocinar y el guardia ni enterado. Incluso me dio el tiempo para llevarle chocolate a los menores.
Voy caminando tan apresurado que no me doy cuenta de que viene alguien hasta que chocamos de frente, con tan mala suerte que lo tiro al suelo.

"Lo siento tanto -son mis palabras mientras lo levanto- no fue mi intención, venía distraído y..."

No termino la frase porque el aire se me va repentinamente.

La persona con quien he chocado es nada menos que Ten.

Me mira prácticamente de reojo y trata de zafarse de mi agarre, pero soy más ágil y lo tomo de ambas muñecas.

"¿Qué haces aquí? No se supone que te irías a Tailandia" Mi voz sale con más dureza de la esperada.

"En realidad estoy finiquitando unos asuntos en la empresa de la familia.  Además no deberías preguntar nada, dejé bastante claro que no quería volver a verte"

Sus palabras me enfadan en cosa de segundos.

"Bueno pues yo si quería verte al menos una vez más -no soy capaz de controlar mi boca- quería explicarte todo, que vuelvas a confiar en mi, que vuelvas a estar con nosotros en casa, quería confesarme ante ti. -tomo aire antes de continuar- Quise hacer muchas cosas antes de que te marcharas, al menos una la cumplí con esa carta, si la habrás leído o no, no lo se, pero en este momento te tengo aquí y no permitiré que vuelvas a irte sin escuchar todo lo que tengo por decir."

Ten mantiene la cabeza gacha, por lo que me sobresalto al notar las lágrimas que recorren su rostro.
Entonces levanta la mirada hasta chocarla con la mía.

En ese momento se lanza a mis brazos, sollozando como un niño pequeño mientras miles de "lo siento" salen de sus labios.

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Estamos en un parque cercano y no puedo evitar sentir esto como un deja vu.

Ten sigue aferrado a mi, aunque ya no llora. Por lo que lo tomo del mentón obligándolo a mirarme.

"Antes de que digas nada -comienza a hablar en el momento justo en el que yo lo haría- quiero que sepas que si leí tu carta, llegó a casa y ni siquiera fingí desinterés. Me abalancé a tomarla y luego pasé una tarde completa encerrado en mi habitación repitiéndome lo estúpido que fuí -baja la mirada y continúa- me siento como la peor escoria del mundo. Me comporté irracional, impulsivo y prepotente. Y a pesar de todo eso tu seguías queriéndome y esperando que vuelva a casa -en este punto su voz se quiebra-. Fuiste capaz de confesar todo de ti en esa carta con el único propósito de que yo volviera a tenerte confianza, y no sabes cuanto me conmovió ese gesto. Eres alguien maravilloso Taeyong, realmente no te merezco en mi vida, pero soy egoísta y deseo volver a casa, estar con los chicos, verlos pelear por tonterías, y por sobretodo tener la absoluta certeza de que estando a tu lado nunca me pasará nada malo."

"Sinceramente esperaba todo menos eso -una risa nerviosa de mi parte aligera un poco el ambiente- pensé que finalmente me mandarías a la mierda pero fue todo lo contrario. Quiero que sepas que en todo este tiempo lo único que los chicos han deseado es que vuelvas a casa. Nadie te guarda rencor por tu decisión, pero todos esperábamos que te retractes de ella. Ahora que has dicho que quieres volver no permitiré que nos vuelvas a dejar, si es necesario te encadenaré a la cama con tal de que de allí no te muevas -su risa me impulsa a continuar- así que tendrás que acostumbrarte nuevamente a ser parte de la pandilla, porque una vez que entras a ella no hay salida"

"No esperaba menos del líder -me sonríe antes de seguir- ahora hay otra cosa que debemos discutir antes de volver a casa"

Sus palabras me ponen alerta.

"¿Y qué sería aquello que debemos hablar? Si fuese tan amable Mr. Chittaphon"

"Primero; quiero proponerte que toda la pandilla se mude a mi casa aquí en Corea. Al mudarnos a Tailandia quedó abandonada, pero tiene espacio de sobra para todos los chicos, incluso hay una escuela cerca para que los pequeños sigan estudiando. -Al parecer notó que yo me opondría- Y no aceptaré un no por respuesta. Tu y yo sabemos que allí estarán mejor que en el sector actual"

"Me encantaría sacar a los chicos de nuestro barrio, pero no creo que encajemos en una zona acomodada. Somos pandilleros Ten, no pertenecemos ahí"

"Por eso quiero que dejes que esta vez sea yo quien los proteja. Yo veré la forma en que se integren, pero por favor si que si"

Su puchero sumado a sus ojos de cachorro son mi perdición.

"Está bien, pero tu les darás la noticia cuando lleguemos"

"Hecho -me dedica un guiño- lo otro que quería decirte tiene que ver con el final de tu carta"

Mi cara de confusión parece divertirle. Por lo que en vez de explicarme se inclina hacia mi rostro.

"Yo también te amo Lee Taeyong"

Sin darme tiempo a replicar une nuestros labios en un beso.

Es lento, suave, casi un roce, pero el simple hecho de ser él hace que escalofríos me recorran.
Cierro los ojos, dejando que las sensaciones se hagan cargo de todo.

Nos separamos levemente para tomar aire, momento que aprovecho para decirle lo que tanto he deseado expresar.

"Te amo demasiado Chittaphon. Más de lo que las palabras pueden alcanzar"

No le doy tiempo a que me responda. Su sonrisa me lo dice todo.
Por lo que vuelvo a unir nuestros labios, con la esperanza de hacer este momento eterno.

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Ah, creo que me pasé con el azúcar al final, pero espero que les haya gustado este intento de epílogo.

No puedo creer que haya escrito mil palabras exactas 😂 me siento cool.