Se busca novia para papá

02.- Olvídame, por favor...

Sesshomaru miró el semaforo frente a él, había acabado de cambiar a verde pero él seguía parado haciendo que la fila de conductores detrás de él aumentara y comenzaran a pitar hasta que arrancó con una mala palabra por sacarlo de sus pensamientos.

Kagome Higurashi, ella fué durante años la única chica que se acercaba a él a pesar de ser menor  , y no era solo por ser el hermano de Inuyasha, sino por él mismo. Ella y Aileene eran las compañeras de su hermano, eran mejores amigas; hasta que él se prometió con Aileene. Se prometieron el mismo día que Higurashi se le declaró...

Aunque llevaba meses declarándose por notas.

Notas que siempre pensó que eran de Aileene.

Notas que Aileene nunca negó que no fueran suyas.

Notas que aún guardaba y leía a veces, haciéndole pensar que se había enamorado de la mujer incorrecta.

No podía negar que Aileene le había dado algo con tanto valor como era la pequeña Rin, pero también era cierto que le había mentido por conseguirle. Y eso Sesshomaru, a pesar de todo, no lo olvidaba.

En el último año de universidad no había dejado de recibir unas notas. Unas con partes de poemas de escritores como Becquer, otros con poemas inventados, canciones o simples frases. Tenía una admiradora y aunque su hermano y algunos compañeros como Miroku, Naraku o Koga fantaseaban con una chica vestida de colegiala y mejillas sonrojadas; él solo deseaba que fuera una chica que por lo menos supiera decir dos palabras sin tartamudear.

El día 13 de febrero había recibido una que no era como las demás, solo lo citaban en un lugar y a una hora. Sesshomaru había suspirado al leerla. Tokyo Tower como lugar; aquella chica sabía que tipo de música le gustaba, que literatura leía y que sitios de Tokyo le gustaban. Aquella chica lo conocía bien y eso era algo que le sorprendía.

Aquella noche se encontró con una sonrojada Aileene que nunca le negó ser su cita.Esa misma noche se habían besado en la puerta de la casa de la chica y habían comenzado una relación.

A raíz de eso descubrió que Kagome ya no iba a su casa a estudiar con Inuyasha y Aileene.

Que Kagome ya no hablaba con su hermano ni con su entonces novia.

Que no le saludaba.

Descubrió ojeras bajo sus iris oscuros y compañías ocasionales, a veces la veía conKoga, a veces con Sango o con Kikyo, quien iba en su año. Había comenzado a cambiar su manera de vestir. También descubrió, apesar de estar saliendo con Aileene que las notas seguían apareciendo en su casillero, no eran como antes que lo conocían.Ahora querían transmitirle dolor, y pensó que su novia entonces se sentía mal por lo que a diario salía con ella o le llevaba un regalo pequeño.

Así hasta el día en que se graduaba, él iba a prometerse con Aileene ya que ella se había quedado embarazada. Abrió el casillero y no encontró ninguna nota, pero si encontró una pequeña grabadora. Había tomado esta y las llaves del coche, iría a casa más temprano para tener tiempo antes de la graduación; puso la grabadora a un lado en la guantera del coche y le dió play, era una voz de mujer cantando junto a una guitarra. Era una canción triste que hablaba de dejarse, de que ella dejaba a alguien para que ese alguien fuera feliz, que se sentía tonta pero que era lo mejor.

Sesshomaru apretó los dedos al oir claramente la voz de Kagome por lo que paró en un semaforo y suspiró;

"Olvidame, porfavor..."

Golpeó un par de veces el volante y pegó la frente en este, ¿de nuevo el pasado?Aquella vez no hizo más que seguir lo que se suponía estaba bien,no podía dejar a Aileene embarazada de él y sola con el bebé por lo que aquella noche buscó de pedirle matrimonio delante de Kagome.Ella, enfundada en un vestido plateado le miró con dolor en los ojos, dolor que Sesshomaru sintió en su piel cuando ella le dió una bofetada ante sus palabras de perdón dejandole ver que había oido su grabación.

Llevó la mano al cajoncillo que tenía al lado del copiloto y sacó aquella grabadora que tenía tiempo con él, dándole al play. Tenía mucho que pensar ese día, demasiado.

Y que Kagome estuviera paseándose por su mente, no era bueno.