Doble Dork

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-Flashback-


Sábado 07 de Enero, 8:00 am

Habitación de Kevin


Kevin se movía inquieto de su cama, prestando atención a unos ruidos molestos que provenían de la casa de enfrente, no le permitían conciliar el sueño aunque trato cubriéndose con una almohada encima de la cabeza fue incapaz de volver a dormir. Se levantó de malas, para colmo; alzo la cortina de su ventana para ver al intruso que había arruinado su siesta y antes de fulminar las calles con su mirada de fastidio los rayos de sol hicieron su buena acción del día cegándolo con su radiante luz, aquella era una mañana libre de nubes lo que provoco que Kevin maldijera aquel día, ya de por si lo estaba pasando mal al despertarse tan temprano como para que el sol le terminara de joder la vista. Se cubrió un poco los ojos con la palma de su mano, dejo que esta se acostumbrara al brillo de la mañana y comenzó a bajar la mano para darse cuenta, en efecto que un trio de idiotas frente a su casa estaban cargando un par de láminas y otras chatarras, dejándolas caer en el piso de manera violenta, en realidad cuando por fin acostumbro la vista al sol pudo percatarse que el mayor de aquel trio, Ed; era el que cargaba el material de manera torpe y descuidada dejándola caer en el patio, el más enano y al parecer al que más odiaba Kevin, aquel idiota llamado Eddy, se encontraba sentado cómodamente en una silla plegable mientras sorbía plácidamente a una lata de refresco, paseo un poco más la vista por aquella escena y dentro del garaje abierto de aquella casa se encontraba un debilucho bobo de gorra negra que distinguió enseguida, Edd o como mejor lo apodaba Kevin, el Doble Tonto, los tres compartían el mismo nombre, curioso y de cierta forma irónico; los Edd's eran un grupo de idiotas inseparables que justo ahora se encontraban jodiendo su día desde tan temprano.

No podía contener su cólera, había pasado la noche anterior en vela teniendo una video llamada con Nathan, el mejor y probablemente el único mejor amigo de Kevin y no porque este fuera un perdedor sin vida social, de hecho era popular en el instituto, siempre estaba rodeado por su equipo de futbol, por alguna que otra chica que babeaba por él y por demás personas que llegaban a toparse con él y solo le hacían la plática para hacerse los importantes, personas de las cuales Kevin olvidaba su nombre tan luego se iban, pero Nath era especial, era su Nath, amigos desde 3° año de primaria cuando Kevin defendió a Nath por las burlas del resto de los niños debido al color tan curioso de su cabello, ¿Quién diría que Kevin se conmovería ante aquel chico nuevo?, a final de cuentas el pensaba que su cabello era cool y desde entonces se volvieron inseparables. Si de algo estaba seguro Kevin era de lo extrovertido que era su amigo y eso le gustaba en él, ese idiota de pelo menta y ojos color ámbar que hace años atrás lloraba por las burlas en la primaria y que el día de hoy era un chico seguro de sí mismo, divertido y como de costumbre bromista, Nath lo trataba como su ''noviecillo'' frente a los demás cosa que divertía a Kevin, pues él le brindaba la confianza de hacer ese tipo de locuras y estaba agradecido de tenerlo como su amigo.

La noche transcurría como cualquier otra, se la habían pasado hablando de estupideces, llego incluso a ver como Nath se cambiaba la ropa de aquel día por una pijama estúpida con un estampado vistoso de caritas sonrientes por todo el pantalón y una camisa holgada sin mangas color blanco que llevaba bordada una enorme cara sonriente justo en el centro, algo que resaltaba la personalidad de Nath; sonriente y seguro de sí mismo. Planearon verse ese fin de semana para ir al cine y después de que Nath cayera rendido en los brazos de Morfeo con el ordenador prendido Kevin termino la llamada para seguirse viendo videos y revisar ocasionalmente su Facebook aunque no había gran cosa, después de un rato él también se había quedado dormido con el celular en la cara ni siquiera se percato de la hora, no hasta esa mañana a las 8:00 am en punto.

Lo que nunca pude decir [KEVEDD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora