Saga de One-Shots sobre las familias en Inazuma Eleven. Espero que los disfruten tanto leyéndolos como yo escribiéndolos :'D
Amigos: Fusuuke Suzuno / Bryce Whitingale
Hermanos: Los Tsurugi / Los Blade
Padre: Shuuya Gouenji / Axel Blaze
Madre...
Inazuma Eleven ni sus personajes me pertenecen, son todos propiedad de Level-5, solo los uso por diversión y sin fines de lucro.
Dedicado a Shakira, mi querida perrita
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Mi Mejor Amigo
Un pequeño niño con cabello marrón, ojos celestes y piel clara de tres años se encontraba caminando tranquilamente por las playas cercanas a su casa, hasta que unos ruidos detrás de una cabaña le llamaron la atención. Se acercó con cierto miedo de lo que pudiese haber, aunque su curiosidad infantil no le hubiese permitido alejarse sin revisar. Al acercarse pudo ver a un pequeño cachorro de pelaje blanco con manchas verde-azulado atorado entre unas maderas, por lo que decidió ir a ayudarlo. Al intentar quitarle uno, los grandes palos comenzaron a caer en dirección hacia los dos.
-¡TENMA!-Gritó aterrada la madre del pequeño, quien estaba acompañando al menor unos metros atrás.
Para el de ojos celestes todo ese momento se vio como si de una escena en cámara lenta se tratase. Parecía que estaba a punto de tener un accidente trágico, hasta que un balón de fútbol con un rayo dibujado impactó contra los troncos y los desvió. El niño volteó hacia donde había venido el tiro y pudo divisar a un chico bastante mayor a él, quien tenía una chaqueta anaranjada cubriéndole la cabeza. Esa persona le dedicó una sonrisa, dio media vuelta y como si fuese un fantasma, desapareció.
La mujer se acercó corriendo hasta donde estaba su hijo y como toda madre preocupada lo abrazó, besó, regañó y demás cosas, pero el pequeño solo tenía dos cosas en mente en ese momento: quién era el que lo salvó y qué haría con el cachorro que aún tenía entre sus brazos.
-Mamá... ¿Lo puedo conservar?-Preguntó con una pequeña sonrisa de inocencia, como si hubiese ignorado todo lo que su madre le dijo antes. La mayor dudó un momento y habló.
-Pues... Habrá que hablarlo con tu padre cuando vuelva del trabajo, de momento vamos a casa.-Respondió con simpleza para ayudar a levantar al pequeño e ir hacia su destino, aún con el perro en brazos.
Cuando su padre estuvo en el hogar y su esposa le contó todo, al principio se negó rotundamente a la idea de tener una mascota, pero su negativa no duró demasiado, porque ni bien su hijo comenzó a llorar y decirle argumentos sobre cómo sería la vida del perro si no lo adoptaban y demás, no tuvo más opción que aceptar, haciendo que mágicamente el niño deje de llorar y se vaya con su nuevo amigo a su cuarto.
Un mes después.
Tenma se encontraba con su vecino y las mascotas de ambos jugando en una plaza cercana a sus casas, por lo que sus padres aceptaron que vayan solos.
-¡Vamos Hiroki! ¡Debes correr más rápido!-Decía entre risas el de cabello marrón.
-¡O mejor tu ve más lento! ¡Mitsu y yo no podemos ir tan rápido como tú y Sasuke!-Se quejaba un pequeño un año mayor que el otro, de cabello color anaranjado largo hasta debajo de los hombros atado en una coleta baja, ojos dorados, piel pálida y un poco más alto que el otro. El joven iba fielmente acompañado por una labradora de pelaje negro que, al igual que la mascota de su amigo, tenía menos de un año.
