Capitulo 10: Corazón en mil pedazos.

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Fue difícil acostumbrarme a mi nuevo lugar porque cerca de mi estaba la que me cae súper mal, María. María es la peor persona, en serio, bueno no tanto pero conmigo lo es.

María me hacía le ley del hielo, ni si quiera me voltea a ver, o sea quien la comprende.

También me tocó cerca de mi chico Roberto, un amor, y atrás de mi estaba Emiliano Díaz, un Güey que lo conozco desde primero de secundaria, el es un completo amor.

Mis primeros días tuve que hablar con Emiliano porque Frida no me hacía caso, le hacía caso a la pu** de María y a mí ni mad***. (Lo siento por las groserías pero así me siento.)

Un Martes estábamos en clase de Religión con mi titular Carla y dijo algo sobre los vecinos y María se empezó a reír con Roberto sobre mi, me sentí súper incomoda, no sabia que hacer, si reírme también, si hacerme la idiota, o platicar con alguien.

Yo un tiempo llegue a sentir que le gustaba a Roberto, por cómo me veía, cosas así y siempre escuchaba que decían:

- ¡Roberto!, ¿que te gusta Ashley?
- ¿enserio te gusta Ashley?
- ¿Cuando le vas a pedir?

Cosas como esas y pues yo creí que pues se referían a mi, a quien más. Pero resulta qué hay otra Ashley pero en el salón de a un lado, y esa tal "Ashley" si se lleva con Roberto, ¿quien tiene más puntos en eso? ¡Pues ella!

La tal "Ashley" la investigue, resulta que tiene  cinco hermanos, tiene el teléfono más nuevo (iPhone siete plus), se lleva súper bien con Roberto, todo mundo quiere que ellos dos sean novios, "según es popular" (como si yo ni la conocía) y su nombre completo es Ashley Romero Pérez. Mi "Tocaya" esta horrible, sin ofender pero está muy muy fea, tiene sus dientes como dentadura de viejo, hasta siento feo porque sinceramente está plana, no tiene ni por delante, ni por detrás, hasta se podría decir que es Maga.

De la nada como una o dos semanas después de que investigue a Ashley Romero Pérez me enteré que Roberto y ella ya se andaban besando. Esa hermosa noticia me destrozo mi hermoso corazón en mil pedazos, me puse a llorar como no tienen idea (de esas veces que te deprimes cañón que no puedes parar de llorar).

- Ashley no seas ridícula, hay muchos más niños que Roberto, y hasta mejores que el. -Me dijo Sara.
- Si no hagas caso, sinceramente se ven muy feos juntos. -Dijo Samantha.
- Está bien, tienen razón, me voy a buscar a otro chavo. -Respondí con mis ojos todos rojos y lágrimas en mis cachetes color tomate.

Aunque les haya dicho eso a mis amigas por dentro no podía olvidar a Roberto, ¡por Dios me llego a gustar un año! ¡Como quieren que lo olvide tan fácil!

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