6.

20 6 1
                                    


Ella estaba preparada para iniciar, como todos los días su rutina de baile. Sus ojos dilatados por la polvera de la cancha de baloncesto, sus pies preparados y es cuando la hermosa dama levanta ligeramente sus pies para dar la primera vuelta, después hace un Battement Tendú, seguidamente realiza la primera, segunda, tercera, cuarta y quinta posición dando más y más giros.

Es cuando en un repentino instante Cassie llora y no era precisamente por la suciedad del lugar, era su sufrimiento, la tristeza de saber que su madre no la apoyaba, de saber que tenía que estar detrás de una cancha ocultando su talento. Y no es que ella no quisiera salir de ese hueco, está obligada a hacerlo por el simple hecho de que si lo realizaba su madre la reclutaría en una escuela de monjas, y ay si ya no tendría ninguna oportunidad de nacer en el lecho de una cómoda y dulce Academia.

Pero por ahora lo único que puede hacer es seguir practicando para no perder su don, un don que tiene que ser recluido en lo más oscuro de su ser, usando esas viejas pero duraderas zapatillas de baile.

The Hidden Ballerina ©Where stories live. Discover now