Mental Health Center 《Jarlos》

Capítulo 5: "¿Algunas vez te dedicaron una canción?"

Narrador POV

Al terminar la película, Carlos y James tuvieron una cariñosa despedida rápida, James con la excusa de que tenía algunos trabajos pendientes para su escuela, él, sabiendo que debía llegar antes de que su controlador padre llegará a casa.

Carlos, por su lado, al terminar la película prefirió preparase algunos sándwiches, teniendo en sus pensamientos lo pasado anteriormente con James. Pensando en cada momento, pensó cuando "Accidentalmente" sus manos se rosaban,  ambos queriendo sostener la mano del otro como si su vida dependiera de ello, pensó en el momento en el que James pasó su brazo por el hombro del moreno formando un abrazo protector del cual él queriendo que esos brazos no lo soltarán nunca, lamentablemente, siendo realistas, sabemos que esto no pasó realmente.

Lamentablemente el amor no es lo que Carlos pensaba, el amor no es lo que el había visto en todas esas películas de amor, en el amor se sufre con un dolor más profundo que el de una bala traspasando tu piel, pero, de una manera disimulada.

James en su camino a casa se perdía en sus propios pensamientos ya que no podía dejar de pensar en los ojos color chocolate de Carlos, en lo suave que era su piel o en lo adorable que se podía ver cuando estaba asustado y vulnerable. Tan perdido en sus pensamientos que en repetidas ocasiones estuvo a punto de que carros pasarán ensima suyo.

Al Carlos terminar de comer su sándwich corrió con desesperación a buscar su dispositivo móvil para guardar en este el teléfono de James, ya que antes de este despedirse le pidió su número de teléfono.

Carlos: Hola!

James: Em... lo siento ¿Quién eres?

Carlos: Soy Carlos.😂

James: ¡Oh, claro! Lo siento.

Ambos se la pasaron hablando toda la tarde y la noche, hasta la mañana del otro día, cuando sus ojos estaban pesados y el sueño les había ganado.

Hablaron de lo que ambos tenían en común, rieron por algunos mensajes del otro y Carlos se sonrojó en repetidas ocasiones por alguno que otro cumplido que le hacía James, estaban pasándola muy bien aunque fuera tras una pantalla.

Desde ahí fue cuando ambos empezaron a tener una gran obsesión por una canción de un grupo que estaba arrasando el mundo ahora, A.M de One Direction

Carlos y James escuchaban esta canción en todo momento. Pasaban semanas y ellos la seguían escuchando.

***

-Hola. -Saludó el moreno tiernamente al ver al chico de ojos miel acercarse a él en aquel parque- ¿Recuerdas esa canción de la que te había hablado hace un tiempo? - Mientras decía esto jugó con sus dedos nerviosamente.

-Hola - sonrió y se sentó a su lado- Si, ¿La de Twenty One Pilots?

-No, idiota -Rió sonoramente, James podía ser un poco muy lento aveces.- La de One Direction... A.M. -Sus manos temblaban, podía ser algo muy insignificante para algunos pero esta era la segunda vez que él dedicaba alguna canción, la primera vez que dedicó una fue la canción de los números a una niña que no sabía sumar en segundo grado.

-AH! -Rió igualmente y se golpeó una palmada en la frente.- Si, recuerdo cual es. ¿Por qué?- Frunció el ceño y miró a Carlos.

-¿Algunas vez te dedicaron una canción? -Ignoró la ultima pregunta de James.- O... ¿Alguna vez sentiste que una canción te identificaba? -Agacho la mirada,ahora el césped se veía más verde de lo normal, o tal vez simplemente quería algo que lo distrajera de la mirada de James.

-Si... y si. -James ya sospechaba lo que iba a pasar luego aunque no estaba seguro de como reaccionaría frente a esto.

-Oh, genial... ¿Qué tal tu día? -Las palabras no quisieron salir de su boca. No quería que fuera un simple "Te la dedico" o una biblia completa que aburriera al chico así que decidió no decirle nada por ahora.-

James rodó los ojos y volteó a ver a algunos carros que pasaban frente a ellos, tal vez su idea de que el pequeño le dedicara una canción era errónea.

-Genial, Dustin se cayó mientras tomaba de su jugo de mora hoy e hizo que su camiseta favorita tomará un color diferente -Sonrió al recordar la divertida escena.- ¿Y el tuyo?

-Genial, al parecer Logan le dijo a Kendall que le gustaba... están avanzando muy rápido.

-Espera! ¿Ellos se han estado hablando? -James al darse cuenta de esto empezó a quejarse en silencio del por qué su mejor amigo no le había hablado de esto- Kendall Gay? No te creo, Los. -El apodo que le tenía al moreno salió espontáneamente y por la expresión que tuvo el más pequeño se enteró de que realmente le gustó.

-Créeme. -Carlos rodó los ojos divertido- es divertido todo lo de ellos porque Logan no sabe ligar muy bien -Rió por lo divertido que era su amigo intentando conquistar al rubio.

-¿Tu como ligas? -Preguntó James volteando a ver de nuevo a Carlos.

-Bueno... -El nerviosismo del moreno volvió con esa simple pregunta.- no... no lo se, nunca lo hago... o, bueno, si pero si lo hago. - Había un toque de nerviosismo en las palabras del latino.

-¿Qué quieres decir con si pero no? -James rió divertido al notar que el pequeño se le notaba nervioso.

-Nada - Rió por la confusión- Mejor cambiemos de tema.

- ¿De nuevo?

***

Cuando la pequeña reunión en el parque había acabado ya era de noche, las estrellas no se podían apreciar como ambos querrían.

James se despidió amablemente de Carlos con un movimiento de su mano derecha y se fue con su skateboard en mano, este a diferencia de las demás cosas de James no estaba dañado, este estaba perfectamente cuidado y limpio.

Carlos solo se fue caminando, el parque en donde estaban estaba muy cerca de su casa.

Sin esperarlo algunas pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer sobre la piel de James a lo cual él respondió aumentando la velocidad.

-Mierda. -Susurro al ver la hora en su celular de gama baja. -Mierda, Mierda. -Repitió al menos unas 10 veces deseando que su padre estuviera en un bar o le hubieran aumentado horas de trabajo.

El miedo que le tenía a su padre era tanto que pudo sentir su corazón latir en una velocidad no muy normal para el.

Faltando una calle para llegar a su destino sacó su llaves de su bolsillo estas haciendo mucho ruido gracias a sus manos temblorosas. Cuando estaba apunto de entrar las llaves en la chapa estas se resbalaron de sus manos.

《Debería dejar de ser tan torpe, joder.》 Pensó y recogió las llaves de suelo,  abrió la puerta suavemente y ció a su padre dormido en el sofá de la casa.

James pudo sentir como un gran peso caía de sus hombros, pero, la misión no había terminado. Tenía que llegar hasta su habitación intentando hacer el menor ruido posible aunque el silencio de la noche no le ayudaba.

Su puerta se quejó cuando la movió para abrirla y apretó sus ojos rogando porque el viejo sentando en la sala no despertará, para su suerte el mayor no hizo el mínimo movimiento y/o sonido

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Prepárense. David.  -V