Orden •YoonMin•

Único.

Jimin sonríe al escuchar los gritos, se pone los auriculares y lava los platos con calma. Ignora el plato que vuela detrás suyo y se estrella contra la pared. Sigue sonriendo.

—¡No le pongas una mano encima a mis hijos porque te mato!— Grita su madre y él ríe bajito para que nadie lo escuche.

Termina de lavar, se enjuaga las manos y sale de la cocina rumbo a la puerta. Toma sus llaves silencioso y sale a la calle.

Parado en la puerta de su casa está su hyung, quien con una pequeña sonrisa le permite entrar.

Jimin ama la casa de Yoongi, siempre está pulcramente ordenada y nunca hay gritos ni cosas volando que atentan con su vida. Además, su sola presencia es tranquilizadora.

No hacen falta palabras, Yoongi cierra sus brazos en torno a él y lo apega a su cuerpo en un cálido abrazo.

—Escuché los gritos.— Jimin cierra los ojos disfrutando la cercanía del otro y suspira gustoso.

—Siempre lo hace. A veces pienso que tiene un micrófono en mi casa.— Ambos ríen aún juntos.

—Oh sí, también tengo una cámara en tu baño. Lo digo en serio.— Agrega cuando Jimin lo golpea suavemente, jugando.

—Sí, yo también tengo una cámara en su baño.— Dice siguiéndole la broma.

—Mierda. ¿Me has visto masturbandome?— Jimin se suelta escandalizado, con la cara tan roja como un tomate.

Yoongi ríe deleitando a Jimin y contagiándole la risa.

—Es todo un caso, hyung.

—¡Muerete, perra!— Los dos sonríen haciendo de cuenta que en la casa de al lado no hay gritos ni golpes.

—Bienvenido a casa, querido.— Jimin dice acomodando la corbata inexistente de Yoongi.— He limpiado la casa y hecho la cena. ¿Gustas comer en este momento?

Cómplices ríen.

—Claro que sí, cariño. Luego de la cena te haré unos masajes ¿Quieres?

—Me encantaría.

Se dan un beso pequeño y se apartan con las mejillas sonrojadas, después de todo sólo tienen trece y quince años, y recién están descubriendo lo que es tener una relación.

—Algún día esta será nuestra vida ¿Sabes? Te llevaré conmigo, lejos de aquí y seremos un matrimonio feliz.

—Lo sé, algún día, hyung.

Y su casa estará ordenada, porque Jimin ama el orden tanto como ama a Yoongi y viceversa.

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Promesas, siempre promesas y finales abiertos. A veces pienso que deberían odiarme 😂

Gracias por leer 💕

Bye~

Belén♥