Cap. 2

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A ésta compañera le pondremos un sobrenombre para guardar su pobre identidad, será "Andrea".
Me inquietó lo que traía oliendo Andrea, pero dejé pasar mi duda y no fui para preguntar.
Fui a mi casa y aburrida de la cotidianeidad quería probar cosas nuevas, experimentar, ser un poco más ruda, así que tomé un billete de cincuenta pesos y fui a la tienda; al llegar pedí una cajetilla de cigarros Malboro, apenas tenía 17 años pero siempre me dicen que aparento más edad (lamentable). Volví a casa y me dispuse a fumar un cigarrillo, realmente no fue de mi agrado el sabor del tabaco, y me mareaba durante y después de fumar. Era algo horrendo fumar tabaco, todavía fumé 3 cigarrillos mas (1 por día) pensaba que tal vez le agarraría el gusto pero no fue así.
Un día fui a la escuela con mi misma cajetilla casi llena y la saqué para mostrársela a mi amigo *pondremos otro sobrenombre, lo siento* "Edgar".
Edgar al ver mis cigarros me propuso hacer una especie de trueque.
- "Te cambio unos cigarros por mota".
Ésas fueron sus palabras; y yo con ganas de experimentar le dije que sí.

Un Amor De Otra Dimensión 🌗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora