Hoy la voy a ver, para los que no se acuerden, Amber me citó hoy a las 9:00 am para aclarar las cosas....supongo
Son a penas las..(miro mi reloj) 8:40!!!!!, mierda voy a llegar tarde
Cojo las llaves del departamento y del coche, trato de tomar el ascensor,pero demora mucho y no tengo tiempo, para llegar a la clínica Harryet, (la cual es propiedad de Amber) se demora alrededor de 25 minutos en auto, y yo tengo menos que eso, justo cuando hiba a tomar las escaleras el ascensor se abre y puedo pasar, soy un suertudo, aunque viendo la hora....creo que no tanto
Cuando llego al estacionamiento salgo corriendo hasta mi auto, me adentro en él y justo cuando intento salir, un maldito auto también, el mundo está en mi contra!!!!!!. Cuando logro salir y miro la hora me doy cuenta de que en todo ese ajetreo se me fueron 5 minutos, y sumándole al del ascensor y la búsqueda de mi auto son 15 minutos, me sobran 5 minutos, no voy a llegar a tiempo!!!, y Amber odia que las personas lleguen tarde (no es como si hubiera preguntado a algunas personas conocidas sobre ella.....nooooo)
Genial!!! Siquiera no hay tráfico, bueno...algo me tenía que salir bien no?
Conduzco por las calles de Washington lo más rápido que se me es posible, debo mantener mi perfecto historial de conducción. La clínica queda un poco alejada del centro de la ciudad, pero como estoy apurado el viaje que se supone es en 25 minutos lo hago en 20, ok...tal vez mi perfecto historial ahora no sea tan perfecto, pero ésto lo vale. El hospital es muy grande y tiene áreas verdes muy bien cuidadas, bueno...no por nada es una de las mejores clínicas del país, pregunto el lugar de las oficinas centrales porque verdaderamente alguien sin un mapa se puede perder, luego de atender una muy larga explicación de parte de un guardia de seguridad llego al gran edificio de 50 pisos, queda justo en el centro y si por fuera me parecía imponente, por dentro todo es asombroso, el piso en de un blanco tan impecable que te dá pena pisarlo y todo alrededor es muy moderno, es como si vieras una imagen futuristica, con varias personas en batas blancas, es el sueño de todo farmacéutico y doctor. Me acerco al gran y pulcro mostrador en el que atiende una señorita vertida de rojo, y con el cabello suelto perfectamente peinado
-Bienvenido a la clínica Harryet, en qué le puedo ayudar? - Me dice con vos sumamente profesional
-Tengo una cita con la doctora Harrison
-Claro, me podría dar su nombre y apellido por favor?
-Carter Pemberton - al escuchar mi nombre y apellido y teclear algo en la computadora su rostro cambia a uno asustado
-Doctor Pemberton, su cita era en 15 minutos, pero la doctora la está esperando, sirve pasar al piso 65 por favor, ya le avise al asistente de la doctora - Ok...me confundí, no tiene 50 pisos...tiene más, no es como si nunca hubiera visto un edificio tan alto, de hecho e visto más altos, pero me sorprende que Amber a su corta edad haiga conseguido formar tan magnífica clínica, el sonido del ascensor que avisa mi llegada me desconcentra y me vuelve a la realidad, todo en este piso es gris y puedo divisar una pared de cristal polarizado en el cual no se nota absolutamente nada en la mano derecha, y en la pared izquierda "CLÍNICA HARRYET" y su símbolo, el cual es interesante, avanzo hasta el puesto del asistente y me llevo la desagradable sorpresa de ver tipo de la fiesta que acompañaba a Amber detrás del mostrador, al parecer es mutuo por las miradas que me dá, así que es su asistente, saco mi mejor sonrisa arrogante que tengo para dársela y me acerco a paso decidido
-Bienvenido a la clínica Harryet -me dice de mala gana
- Gracias, tengo una cita con la doctora - digo remarcando cita
-Demeje ver por favor
-Por supuesto - teclea rápidamente y luego suelta una sonrisa de ore a oreja que no me gusta para nada
-Lo lamento pero se demoró 20 minutos y la doctora está ocupada - me dice socarronamente
-La señorita de abajo me dijo que la doctora no tenía nada en su agenda y que me estaba esperando - bueno...tal vez no haiga dicho que no hacía nada, pero en ésta batalla todo se vale, y además él no lo sabe
-Lo lamento pero ella en éste momento esta ocupada- me dice fulminandome con la mirada
Justo cuando hiba a replicar una voz muy sensual me interrumpe
-I se puede saber en qué? - Su voz se escucha enfadada y demandante, por lo cual el asistensucho abre los ojos tan grandes que creo que se saldrán
-Do..doctora creí que estaba ocupada - tartamudea
-Creo recordar que te dije muy claramente que estaba esperando al doctor - cuando escucho eso esbozo la mejor sonrisa con dientes en la cara de él
- Lo lamento doctora - dice agachando la cabeza
-Luego hablaré contigo, doctor Pemberton, por favor pase por aquí - aunque no me agrade que ellos pasen tiempo a solas, estoy muy feliz y paso por la puerta que me indicó, al ver su oficina me quedo maravillado, es totalmente blanca con una pared de vidrio polarizado con vista a la clínica, tiene una hermosa vista
-Tome asiento por favor - me dice después de cerrar la puerta, acercándose a su enorme escritorio de vidrio negro y sentándose en esa cómoda silla reclinable también negra, es como si ella fuera lo oscuro en la luz, ahora que la veo bien lleva un vestido ejecutivo color beige y lleva su larga cabellera suelta dejando suaves ondas en su cabello
-Señor Pemberton creí que no vendría -me dice neutramente luego de que yo tome asiento
-Disculpe tuve un pequeño retraso -le digo suavemente, no sé porque lo hago
-Si por pequeño se refiere a 24 minutos tarde, creo que estamos en un problema -su mirada es muy penetrante y no se la puedo sostener
-Lo lamento - agachó mi cabeza
-Bueno...olvidemos ese inconveniente - dice levantándose de la silla y dando la vuelta al escritorio - Creo que usted está por un motivo al igual que yo - se sienta en el borde del escritorio, puedo ver su cuerpo curvilíneo y sus largas piernas blancas que terminan en unos tacones beige muuy grandes, me pregunto por qué no se a caído aún
-Tiene razón - digo tragando saliva muy fuerte
-Muy bien, yo le voy a hacer una propuesta y quiero su respuesta, pero quiero que lo medite muy seriamente -luego de decir eso regresa a su escritorio, se sienta, saca una pequeña llave de su pulsera y abre un cajón de su escritorio, saca un portafolio negro y lo desliza hasta mi extremo, cierra el cajón con llave, pone la llave en su pulsera y me observa con ojos penetrantes
-Puede abrirlo
Cojo el portafolios, lo abro y lo primero que leo es...."CONTRATO DE SUMISIÓN"
YOU ARE READING
YOU ARE MY LIGHT AND MY WEAKNESS
Roman d'amour-buenos días señor Pemberton- su voz es tan sensual y tiene un aire de peligro que hace que una corriente crezca desde la punta de mis pies... -buenos días señorita Harrison- le contesto en un tono profesional, aunque mis pensamientos sean todo, men...
