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—Leeyum...— dijo un y otra vez y otra. —Hey,  Leeyum...— repitió sin obtener nada realmente y chasqueó sus dedos frente a la expresión en blanco del joven. —Leeyum mirame...mirame...— Harry hizo lo mas practico que se le ocurrió en ese momento. Treparse al cuerpo de “su Leeyum” como si fuese alguna especie de koala obstinado en busca de atención.

Harry piensa que es frustrante no conseguir la suficiente cantidad de atención o afecto a la que esta acostumbrado recibir de Liam. Es decir, no es como si deseara que el muchacho le estuviese acariciando el lomo como lo haría con un gatito mimado pero, infiernos ¿era tanto pedir que lo mirase cuando le esta hablando?

Ademas, le esta hablando de un tema súper mega importante. Qué clase de amigo no te escucha cuando le esta hablando de algo tan trascendental. Necesita de su expresa y total atención.

—Deja ya de ignorarme— gimió quejoso y casi angustiado. —Últimamente estas distante y es molesto tener que montar una escena para tener tu atención— confesó en el hueco del cuello de Payne.

A Harry no le gusta tener que llegar tan lejos para conseguir que alguien lo mire o lo escuche al menos; él podría vivir satisfecho si supiese que al menos el chico lo esta oyendo hablar pero sabe –como también sabe que los últimos días Liam ya no es “su Leeyum”– que algo no andaba del todo bien. Y simplemente ya no sabe mas que hacer, él cree que lo mejor es intentar sonsacar la información del castaño pero, Louis sigue insistiendo en que solo deben darle tiempo. Y esta bien, él conoce de la maldita frase de “El tiempo lo cura todo” pero infiernos, a cuánto tiempo se referían. Cuánto tiempo le tomaría a Liam volver a ser su Leeyum” Ya no quería esperar, ya no quería aguantar mas de aquello. Y es frustrante.

Ellos están en la casa de Harry ya que el mismo le pidió que fuese para echarle una mano con una cosa hiper-importante. Sin embargo, cuando Payne llego pasado los 20 minutos que sabia le tomaba llegar de su casa hasta allí y lo guió hasta quedar ambos frente a frente en la gran sala no hizo más que ignorarlo. Quedarse allí tieso e inmutable como nunca lo había hecho antes cuando estaban juntos.

Y en el fondo de sus pensamientos más recurrentes de los últimos días Harry sabia que traía tan abstraído al castaño. No hay que ser un genio con el coeficiente intelectual mas alto del mundo mundial, solo había que mirarlo a los ojos y ver que allí ya no albergaba un brillo, pero no cualquier brillo, sino el brillo que solo tiene alguien cuando esta con su persona especial. Styles sabe lo que eso se siente, su madre le ha dicho que a veces él se ve así cuando no está con Louis. Y simplemente no sabe que hacer. Así que solo opta por sorber sonoramente por la nariz y luego mordió la unión del cuello y hombro de su amigo arrancándole un quejido.

Le dolió, pero al menos hizo que volviese al presente.

—¿Uhm, qué pasa, Harry?— soltó desconcertado al observar que lo tenia encima. Como si no hubiera sido realmente consciente de como llegaron hasta allí. —No se cómo...cómo es que...—

De un solo movimiento Harry volvió a estar sobre sus pies en suelo firme y se limpió la nariz de manera poco higiénica con el dorso de su mano haciendo una mueca con los labios.

—Lo siento, he creído que por un momento te fuiste al país de nunca jamás— desvío la mirada para que su amigo no notase lo triste que aquello le ponía. —Temí que tu cerebro estuviera a punto de fundirse o algo— intento bromear. Aunque las bromas ni siquiera fuesen lo suyo.

El chico castaño murmuró que lo lamentaba por estar tan distraído y le dio una excusa que le sonó incluso estúpida. Y el joven de ojos esmeralda sabe que su amigo no era sincero en nada de lo que decía, pero paso de ello.

Liam is Mine! ×Z.pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora