Amores Eternos.

25 de Mayo.

Esa mañana volví a casa, caminando obvio...
Lo más rápido que podía porque ya era demasiado tarde; pensaba en millones de cosas y recordaba.
*Como me costaba no hacerlo, si habíamos pasado una noche genial, fue perfecta exceptuando el momento que me vino la regla.*
Al llegar a casa, abrí despacio la puerta de la reja y la cerré igual, me colé por la ventana de mi casa e hice un poco de ruido. Dejé la ventana y persianas abiertas de par en par y empecé a tratar de descalzarme.
Hasta que mi madre se levantó y de un momento a otro me acosté cambiada y calzada, tapada hasta el cuello.
Mi madre abre mi puerta y pregunta:
- Lucero, que pasó?
- Nada mamá, solo que me agarró calor y abrí la ventana para que entre aire fresco, ya la cierro.
- Ahh, okey. Me había asustado.
- No te preocupes, anda a dormir.
- Beso, adiós.
- Adiós...
*Juro que nunca tuve el corazón tan acelerado como en ese momento.*
Mi madre fue al baño y volvió a la cama. Al escuchar que ya se acostó proseguía a descambiarme e ir a cambiarme las bragas para luego ponerme una toalla femenina...
Me acosté en mi cama pensando en millones de cosas, con Miles de sentimientos en el corazón y esperando con ansias a que sean las 3pm de ese mismo día...